De Cos asegura que el Comité de Basilea está listo para adoptar medidas adicionales si es necesario

El gobernador del Banco de España y presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, Pablo Hernández de Cos, ha asegurado que la institución vigila de cerca la situación del sistema bancario y está lista para actuar con medidas adicionales en apoyo de su estabilidad si fuera necesario.

En un acto en el marco de la Reunión Anual del Instituto de Finanzas Internacional (IIF), De Cos ha señalado que la mayoría de instituciones públicas están en una situación en la que todavía se están centrando en cómo abordar la crisis y al mismo tiempo poniendo más atención día a día en cuestiones más estructurales.

En este sentido, ha resumido el trabajo del Comité de Basilea para los próximos años en tres grandes prioridades temáticas, señalando en primer lugar el análisis de en qué medida la resiliencia del sector bancario depende de los apoyos fiscales y regulatorios implementados.

«Es importante como supervisores analizar en qué medida la resiliencia bancaria depende de los apoyos fiscales y regulatorios desplegados», ha señalado De Cos, subrayando que el Comité seguirá analizando estos desarrollos.

«Estamos listos para desplegar medidas adicionales para reforzar el sistema bancario si fuera necesario», ha añadido.

Asimismo, el gobernador del Banco de España ha indicado la necesidad de prestar más atención a cuestiones a futuro como el impacto de la digitalización en los modelos de negocio de los bancos, así como el riesgo relacionado con el cambio climático y también el impacto los tipos bajos por más tiempo.

En cualquier caso, el banquero central español ha subrayado que estas líneas de trabajo deben ir en paralelo con las anteriores, incluyendo la implementación de Basilea III, insistiendo en que los beneficios de la reforma solo se alcanzarán si este es completa, consistente y en plazo.

«Mantengo la esperanza de que el grado de implementación de Basilea III será muy elevado, aunque reconozco que a veces la ‘última milla’ es la más difícil, después de un largo recorrido», ha apuntado.

No obstante, el presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea ha destacado que la reforma no supone un ejercicio cuyo objetivo sea aumentar los requisitos de capital de manera generalizada, sino que algunos bancos, aquellos con modelos más agresivos, verán aumentadas las exigencias.

Asimismo, el banquero ha destacado que sigue siendo tan importante como antes de la pandemia abordar la cuestión de la excesiva variabilidad de los activos ponderados de riesgo (RWA) y por tanto de la credibilidad de los ratios de capital reportados por las entidades, mientras que diferentes estudios apuntan a que Basilea III complementará reformas anteriores y tendrá un impacto positivo en la economía.