El Consejo de Ministros ha autorizado este martes la compra para la construcción de Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada por un total de 166 millones de euros, que generará una importante carga de trabajo en los astilleros de Navantia en Puerto Real (Cádiz).
El anuncio lo ha hecho la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, haciendo hincapié en la incidencia que de empleo que tendrá este proyecto para la provincia de Cádiz.
Se trata de un buque de intervención subacuática para la Armada que tendrá funciones de rescate de submarinos, coincidiendo con la ejecución del programa S-80.
El primero de ellos, el ‘Isaac Peral’, se encuentra haciendo ya pruebas en el mar tras su puesta a flote el pasado mes de mayo en una ceremonia presidida por el Rey.
Navantia ha informado de que la construcción de este nuevo buque supondrá más de 1,3 millones de horas de trabajo en la Bahía de Cádiz.
La obra del BAM-IS, incluidos los trabajos de ingeniería, generará alrededor de 1.100 empleos durante tres años y medio, sumando empleo directo, indirecto e inducido. Casi 160 serán empleados directos de Navantia, unos 300 corresponderán a industria colaboradora y otros 660 se generarán en suministradores y otras empresas.
Todo ello supondrá que, durante tres años y medio, se generará un valor añadido directo e indirecto para la economía de aproximadamente 54 millones de euros anuales, y una demanda agregada de 159 millones de euros anuales, ha añadido.
El buque se construirá en el astillero de Navantia en Puerto Real, especializado en buques de gran tamaño. Navantia trabaja al mismo tiempo en el programa Avante 2200 para Arabia Saudí en su astillero de San Fernando, el programa de las fragatas F-110 para la Armada española en el de Ferrol y el de submarinos S-80 en el de Cartagena.
El futuro BAM-IS tendrá entre sus misiones operaciones de buceo, salvamento, apoyo al rescate y rescate de submarinos siniestrados, intervención y rescate en accidentes y naufragios y vigilancia y monitorización del patrimonio subacuático.
Navantia ha indicado que la construcción de este buque supone un desafío desde el punto de vista de la integración de los sistemas, sensores y equipos que debe llevar para abordar su amplio rango de misiones. Supondrá, por lo tanto, un nuevo avance tecnológico para Navantia, que atesora ya una experiencia reconocida como integrador de sistemas, y le permitirá ampliar su catálogo de productos y sus mercados potenciales.
Finalmente, ha señalado que se espera que los buques con capacidad de intervención subacuática sean un producto con una demanda internacional creciente dado el aumento previsto en el número de submarinos.