La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Madrid, Isabel Galvín, ha criticado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, su «desconocimiento de la Constitución» y le ha recordado que «la educación es un derecho, no un regalo».
En un comunicado, ha pedido a Ayuso que «rectifique su afirmación» realizada el jueves en la Asamblea de Madrid sobre que «la educación no puede ser un regalo», además de exigirle que «deje de escudarse en la falta de fondos públicos».
Galvín ha afeado a la presidenta «su desconocimiento de la Constitución que tanto dice defender». «Es muy grave y peligroso que una política que además preside una comunidad autónoma no sepa que la educación es un derecho, no un regalo, y que como derecho está recogido en nuestra Carta Magna», ha expresado.
CC.OO. ha subrayado que la educación es «un pilar fundamental de la sociedad y que para los jóvenes es garantía de futuro». A ello, añaden que el acceso debe ser universal para no dejar a nadie atrás y debe estar basado en principios de equidad. «La educación pública es un servicio pagado con los impuestos de toda la ciudadanía. En ningún caso, por tanto, es un regalo», ha apuntado.
ATAQUE A LO PÚBLICO
Por otro lado, Galvín se ha preguntado si «el próximo ataque a lo público por parte de Ayuso consistirá en decir que no podemos regalarle a todo el mundo un trasplante de pulmón, un tratamiento de cáncer, o una biblioteca en su barrio.»
«Las declaraciones de Díaz Ayuso son anticonstitucionales y predemocráticas. Lo que sí son regalos que no nos podemos permitir son las cesiones de suelo público a centros concertados o el cheque de FP, porque es dinero de todos que va a parar a bolsillos privados», ha denunciado.
Asimismo, CC.OO. ha advertido que la dirigente autonómica dejan clara sus intenciones de «seguir privatizando y fomentando la educación privada en línea con el neoliberalismo más radical». «Seguiremos luchando por una educación pública universal, accesible y de calidad, para que haya más centros, más plazas, más plantilla, más recursos. Menos temporalidad y ratios más bajos. Porque no es un regalo, es un derecho», ha concluido.