El Consejo Científico de la Fundación Canaria Reserva Mundial de la Biosfera La Palma se reunió recientemente de forma extraordinaria para analizar la «situación de excepcionalidad» producida por la erupción volcánica y dar cuenta de una subvención de 15 millones incluida en el último real decreto ley del Estado.
La sesión comenzó con la apertura por parte del presidente del Consejo, Antonio Fernández, quien indicó la necesidad de implicar a la Reserva de la Biosfera y sus capacidades, al objeto de apoyar con eficacia y eficiencia a la isla de La Palma, «nuestra razón de ser, ante la difícil situación actual y en previsión de una situación muy complicada socio-económicamente en el futuro próximo».
Como punto de partida, la Reserva de la Biosfera «es y puede ser» un instrumento en el asesoramiento, búsqueda, contribución y gestión de fondos vinculados a proyectos, que, cumpliendo con los principios de la RMBLP, se empleen en la reconstrucción y el futuro de la isla, como «hogar-territorio» y, teniendo como prioridad, las personas de la isla de la Palma y en particular, las afectadas por el volcán, señaló.
Con este objetivo, entre otras posibles acciones de calado con repercusión directa en el presente y futuro de la zona afectada y sus habitantes, el presidente del comité científico apuntó al binomio energía-agua como uno de los ejes fundamentales sobre los que materializar proyectos de urgencia y con visión de futuro.
El director ejecutivo de la Reserva de la Biosfera, Ernesto Aguiar, expuso que desde el primer momento, el equipo técnico, se ha puesto a disposición de las administraciones y entidades implicadas en la erupción volcánica para colaborar en todo lo que fuera necesario, centrando su labor en reclamar y captar fondos y requerir planes de reconstrucción, teniendo en cuenta, que la situación de emergencia no ha terminado aún, poniendo su prioridad actual en las personas que han perdido sus viviendas, negocios y forma de vida.
En cuanto a la subvención, dijo que servirán para atender la restauración de ecosistemas degradados y de infraestructuras para la conservación de los recursos naturales y también el «apoyo» a la producción, promoción y comercialización de productos locales y otras medidas de fomento del desarrollo sostenible, sostenibilidad del turismo, recuperación paisajística, medidas de apoyo al manejo agroecológico y forestal sostenible y puesta en valor de los conocimientos tradicionales, promoviendo la eficiencia de los recursos.
Todos y cada uno de los miembros del Consejo Científico mostraron su preocupación por los problemas inherentes a la emergencia producida por la erupción volcánica, especialmente las relacionadas con las personas afectadas.
SECTOR PRIMARIO E INFRAESTRUCTURAS
Preocupa, además de la situación del agua y la energía, la afección al sector primario, los destrozos producidos en infraestructuras, patrimonio y servicios y, una vez finalizada la erupción, la necesidad de una futura planificación y posible regeneración de la zona.
El consejo hizo especial hincapié en conseguir ser «muy eficientes» en la planificación, desarrollo y ejecución de los proyectos que se decida ejecutar con los fondos asignados a la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, teniendo en cuenta que debe existir una coordinación absoluta con los proyectos y actuaciones del resto de administraciones implicadas.
La Reserva Mundial de la Biosfera La Palma ha recibido innumerables muestras de solidaridad desde el Gobierno de España, la Secretaría del Programa MaB, el Gobierno de Canarias, el resto de reservas de la biosfera, las universidades canarias (ULPGC, ULL, UNED) y otras organizaciones públicas y privadas.
El Consejo Científico se emplaza a nueva reunión para seguir avanzando, colaborando y apoyando, al equipo técnico de la Reserva de la Biosfera en todas las actividades y proyectos relacionadas con la recuperación de La Palma en esta catástrofe.