El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, ha reconocido este jueves «algunos avances» en las propuestas sobre el pago redistributivo a modo de doble umbral que compensa en mayor medida a los agricultores profesionales con un rango de superficie medio-alto, pero ha considerado que esa mejora es aún «insuficiente» ya que Castilla y León demanda este pago «en exclusividad» para todos los profesionales y, en cualquier caso, «claramente» enfocado a ellos.
Este es uno de los principales asuntos analizados en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural presidida por el ministro del ramo, Luis Planas, para avanzar en la elaboración del Plan Estratégico de la nueva PAC, cuyo borrador se tiene que presentar ante la Comisión Europea el 1 de enero «como fecha límite inexcusable», un encuentro en el que Carnero ha vuelto ha reivindicar la figura del agricultor activo, con dos premisas básicas, que cotice en la Seguridad Social Agraria y reducir el actual límite de percepción de las ayudas de 5.000 a 2.500 euros, como corresponde al «modelo profesional» de Castilla y León.
«Para nosotros esto es algo importante y trascendente porque estamos hablando del futuro de la PAC y del futuro de la agricultura y de la ganadería y, no sólo en Castilla y León, si no en España», ha manifestado para añadir: «Castilla y León no comparte que se incluyan como agricultores activos los que perciben hasta 5.000 euros sin ningún otro condicionante. Ese límite, de aplicarse, habría que reducirlo a 2.500 euros».
Carnero ha cuestionado también el nuevo planteamiento de porcentaje en la reserva nacional para asignación de nuevos derechos que, según exigirá Castilla y León, no debe superar el 2%, y no de un 3% y un 1% adicional en 2024, y ha insistido en la necesidad de incorporar un Plan Nacional Sectorial para el ovino caprino, en el marco de las nuevas intervenciones sectoriales como va a haber para el olivar. «El ovino y caprino es un sector que tiene una buena base cooperativa, tiene buen potencial y es necesario fomentarlo en toda España», ha explicado el consejero.
El consejero castellanoleonés sí se ha mostrado conforme con la eliminación de la degresividad en las ayudas asociadas, una reivindicación de Castilla y León al respecto ya que implicaba que, a partir de un número determinado de animales o hectáreas, si iba a percibir menos ayudas.
En el caso del «otro gran apartado», el de los ecoesquemas, que había quedado sin definir en el primer encuentro del 14 de julio, Carnero ha constatado que se está «trabajando bien» ya que se ha conseguido el modelo de diversificación por explotación que proponía Castilla y León frente al de rotación anual, si bien la Junta pretende que «se afine un poco más» en los plazos para dar una mayor respuesta a las demandas de la Comunidad.
Carnero ha tachado de «muy exigente» el porcentaje del 40% establecido para las rotaciones de cultivos, que Castilla y León pide al 30% para dar solución a las rotaciones en el cultivo del maiz, y ha advertido de que todavía no se ha definido bien la práctica de la agricultura de conservación y de siembra directa, para lo que ha pedido un trabajo técnico específico al tratarse de una medida «con gran potencialidad» para Castilla y León que cree que la definición actual no responde aún con las expectativas de los productores interesados en las mismas.
En cuanto a las prácticas de los ecoesquemas, ha vuelto a reivindicar que se elimine la degresividad que sí mantiene el Ministerio y ha compartido la necesidad de llevar a cabo una labor de concienciación entre todos para que los productores se acojan al mayor número posible de ecoesquemas.
Respecto a la ayuda básica, se ha mostrado «totalmente de acuerdo» con la simplificación de las llamadas regiones productivas, que pasan de 50 a 20 en lo que considera «una situación equilibrada que no perjudica a Castilla y León».
Según ha detallado, para Castilla y León también es fundamental el apoyo a los jóvenes y la diferenciación de la mujer en la PAC y ha recordado que en la nueva PAC los jóvenes tendrán un pago durante cinco años que duplica el valor actual pues pasa del 50% del importe medio de cada región productiva al 100%. Además, se incrementa el número de hectáreas por las que recibirá esa ayuda que pasa de 90 hectáreas a 100. En el caso de mujeres esta ayuda para jóvenes se incrementará en un 10%.
En lo que respecta a las ayudas asociadas a la producción, ha destacado que las ayudas a los sectores ganaderos del vacuno de leche y del vacuno de carne, así como para el ovino y caprino tanto de leche como de carne, consoliden su situación «incluso con incrementos en los importes» y ha asegurado que se mantendrán las ayudas al cultivo de la remolacha, como las ayudas a la producción de proteína vegetal, que aumentará.
«Para nosotros, la agricultura profesional debe ser el eje principal sobre el que pivote la nueva PAC», ha sentenciado el consejero que ha admitido que Castilla y León está «un poco sola» en la defensa de la figura del agricultor profesional aunque hoy sí se han pronunciado en este sentido las consejeras de País Vasco y Cataluña, como Navarra en otras ocasiones.
Carnero ha destacado el «buen tono» de la reunión y ha llamado a seguir trabajando en pro del consenso con la esperanza de «avanzar todo lo posible» en noviembre en el borrador del Plan Estratégico de la nueva PAC que se aplicará a partir del 1 de enero de 2023 «con el mayor grado de reconocimiento posible».