Las dos coladas de La Laguna se unen y avanzan hacia el sureste por detrás de la montaña

Las dos coladas de lava que atraviesan el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, se han unido en una sola y avanzan hacia el sureste para bar por detrás de la montaña si bien no descarta que al ‘intersecar’ una vaguada salten a otra cuenca y afecten a la carretera de la costa, motivo por el que en la noche de este miércoles fueron desalojados unos 150 vecinos de los barrios de Las Martelas, Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata –un centenar ya se había ido en días previos–.

Así lo ha expuesto en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien indicó que la llamada ‘colada 7’ está prácticamente detenida porque apenas recibe aporte de nuevo material y se encuentra a unos 120 metros del mar.

Según los últimos datos del catastro, la erupción volcánica de Cumbre Vieja afecta a 1.196 edificaciones, de las que 963 corresponden a uso residencial, 124 son agrícolas, 57 industriales, 27 ocio y hostelería y 10 corresponde a centros públicos más otros 14 de otros usos.

En total, con datos de este miércoles, hay más de 825 hectáreas afectadas con un frente de lava de casi tres kilómetros y 416 personas realojadas, 47 más que el día anterior, con 375 en el hotel de Fuencaliente y 41 en el de Los Llanos de Aridane.

Morcuende ha dicho también que la calidad del aire es «razonablemente buena o regular en el peor de los casos» –este miércoles se superaron los umbrales de riesgo en Puntagorda– porque aún hay afección de polvo sahariano pero a partir de este viernes estará mejor.

Por ello, ha vuelto a solicitar el uso de las mascarilla y para la personas con patologías del sistema respiratorio, la FPP2.

Además, la nube de ceniza y dióxido de azufre va hacia el sur y sureste empujada por los vientos, lo que ayuda a la navegación aérea y no de descarta la llegada de ceniza fina a la isla de El Hierro.

En cuanto a la lluvia, hay una predicción meteorológica de que lloverá en la isla este viernes pero en zonas situadas al norte y noreste, lo que evita un posible problema añadido en las áreas cercanas a la erupción ya que la ceniza mojada podría sobrecargar las techumbres de las edificaciones y habría riesgo de escorrentía.

NO SE DESCARTA UN AUMENTO DE LA INTENSIDAD DE LOS SISMOS

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, ha señalado que la erupción prosigue con mecanismo estromboliano e índice de explosividad 2, con cuatro centros de emisión de piroclastos y uno de lava.

El penacho de ceniza y dióxido de azufre alcanza este jueves los 4.000 metros de altura y la tasa de emisión de SO2 se sitúa en unas 2.700 toneladas diarias más 663 de dióxido de carbono, esta en tendencia descendente.

Sobre la sismicidad, ha comentado que se mantiene estable, a profundidades medias de entre 10 y 15 kilómetros, aunque «es posible» que haya más sismos sentidos e incluso pueda alcanzarse una intensidad 6, con capacidad para mover y descolgar objetos.

En cuanto a la deformación del terreno, ha dicho que sigue el mismo patrón en las estaciones cercanas al centro de emisión y apunta hacia una deflación en las que están más alejadas.