Los cerca de 500 participantes del XV Congreso Nacional de la Asociación Española de Ecología Terrestre han concluido que educar en ecología a la población es una «necesidad urgente» para transferir los conocimientos científicos a la sociedad y de esta manera, concienciarla.
El congreso, que se ha desarrollado durante 4 días, del 18 al 21 de octubre, se ha celebrado en el Palacio de Congresos de Plasencia (Cáceres) para compartir conocimientos y buscar respuestas para frenar las alteraciones del cambio global.
Los impulsores del Congreso son la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), que forman más de 800 profesionales de la ecología y el medioambiente, apoyada por la Universidad de Extremadura, el Instituto de Investigación de la Dehesa (Indehesa), la Junta de Extremadura y las entidades Fundecyt PCTEX y AllGenetics.
En el congreso se han compartido 450 trabajos científicos sobre los diferentes cambios detectados en la naturaleza y los participantes analizaron cómo la ecología ayuda a afrontar los retos derivados del cambio social entre ellos la pérdida de biodiversidad o la degradación de los ecosistemas.
Por último, la AEET ha galardonado con los ‘Premios Luis Balaguer’ que reconoce la trayectoria de los investigadores a la investigadora especializada en el estudio del impacto de plantas invasoras, Montse Vilà, y el profesor investigador del CSIC que dirige el grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, Fernando Valladares, premiado por la transferencia de conocimientos a la sociedad.
El presidente de la AEET, Ignasi Bartomeus, asegura que la ecología da «señales muy claras de que es el momento de actuar y tenemos claroqué podemos hacer para revertir o atenuar los efectos negativos del cambio global, por eso demandamos que se ponga en práctica el conocimiento ecológico generado», ha dicho.
Por su parte, la investigadora del Departamento de Medio Ambiente y Agronomía del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Marta Goberna, señala las dificultades que encuentran a la hora de transmitir a la sociedad que hay determinadas prácticas humanas que rompen los equilibrios naturales, lo que frena el impulso de actividades que respeten este equilibrio».