Sordo advierte de «un proceso de movilizaciones» si se bloquean las reformas

El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, ha advertido este sábado de que tanto su sindicato como la Unión General de Trabajadores (UGT) están dispuestos a ir a un proceso de movilizaciones si se bloquean las reformas en las que están trabajando, en alusión a los roces en el Gobierno por la reforma laboral.

«Si hay un bloqueo premeditado a las reformas de las que estamos hablando, de forma compartida con la UGT, vamos a ir a un proceso de movilización, porque no vamos a tolerar que se bloqueen las reformas por las que estamos trabajando desde hace mucho», ha dicho Sordo tras su reelección al frente del sindicato en el 12º Congreso Confederal, celebrado este sábado en Madrid.

Sordo ha recalcado que tiene «toda la voluntad de diálogo» con el Gobierno y la patronal, pero también «toda la determinación» para hacer cumplir los compromisos del Ejecutivo con el país.

«No vamos a permitir que se queden en agua de borrajas las negociaciones que hemos venido manteniendo hasta ahora», ha subrayado.

RESPETO AL DIÁLOGO SOCIAL

Sordo no ha querido «eludir la polémica» de los últimos días dentro del Gobierno de coalición sobre la posible derogación de la reforma laboral, y que, por tanto, también afecta a los sindicatos, presentes en la mesa de diálogo.

La tensión en el Ejecutivo surgió a raíz de unas declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que sostuvo que solo ha habido «contactos preliminares» con los agentes sociales y que no se ha iniciado la fase de negociación de la reforma laboral.

«Lo que no se puede decir en este país es que la reforma laboral está en una fase de negociación preliminar. Eso no es perderle el respeto al Gobierno, es perderle el respeto a la mesa de diálogo», ha subrayado Sordo.

El reelegido como secretario general de CCOO ha recordado que las negociaciones sobre la reforma laboral ya estaban avanzadas incluso con la anterior ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, con un texto enfocado en «corregir los mismos aspectos». «Hubo un adelanto electoral y se fue al garete», ha precisado en su discurso.

Por ese motivo, Sordo ha remarcado que «no se puede plantear en serio que está en fase preliminar» y ha pedido que no se utilice a Europa como «como ventrílocuo para decir lo que no me atrevo a decir».

CUIDADO CON JUGAR CON FUEGO

La segunda etapa de Sordo al frente del sindicato comienza en un contexto marcado por la recuperación de la pandemia y «una encrucijada» para España. La disyuntiva está entre la imposición de «políticas neoliberales» o el avance hacia un «contrato social del siglo XXI», que beba de los avances del siglo XX pero dispuesto a abordar los retos actuales.

Sordo ha instado a dar una respuesta desde los gobiernos de carácter progresista, y ha pedido al Gobierno y a sus apoyos que sean conscientes «de lo que está en juego». «Necesitamos gobiernos de progreso y seriedad a la hora de gestionar las cosas que pasan. Cuidado con jugar con fuego, cuidado con precipitar finales acelerados de legislatura», ha agregado.

Esa advertencia la ha extendido a los partidos que apoyan al Ejecutivo. «Prudencia, tino y acción», les ha pedido. Además, ha recordado que las pugnas y la retórica «entra por un oído y sale por otro» para las personas «que no llegan a fin de mes», y puede provocar que terminen respaldando «políticas contrarias a sus intereses objetivos».

A los suyos también les ha pedido «aplicarse el cuento» y pasar a la acción. Eso pasa, en opinión de Sordo, por ganar «credibilidad» y hacerse «fuertes» en los lugares en los que todavía no están.

«No hay terrenos vedados a la organización sindical, no los hay. Es cuestión de adaptar nuestra potencionalidad, nuestros recursos y nuestro saber a las múltiples realidades a las que se enfrenta la clase trabajadora. Ese es el objeto al que se enfrenta una organización como la nuestra», ha concluido.

Sordo ha logrado este sábado la reelección como secretario general de CCOO, con 659 votos a favor y 44 abstenciones, lo que supone un apoyo del 93,74%, por encima del 88,8% que obtuvo en el Congreso anterior.