La rectora de la Universidad Católica de Ávila, María Rosario Sáez Yuguero, ha subrayado la importancia de la institución en Ávila al cumplir los 25 años de su fundación, según ha dicho en el acto de inauguración del curso académico.
«25 años no es un período muy largo para una universidad, pero sí lo suficiente y amplio para que estemos en un momento de consolidación y de crecimiento», ha manifestado a los periodistas con motivo del comienzo oficial del año académico.
También ha destacado la «repercusión social e importante de la universidad en Ávila», ha añadido.
«Pienso que Ávila no sería igual hoy sin la Universidad Católica», ha señalado, recordando su creación hace cuarto de siglo al tiempo que ha explicado que cuenta con 6.000 alumnos, entre presenciales y online, imparte 17 grados -cuatro de ellos nuevos- y otros tantos máster, y tiene unos 300 empleados, que unidos a los colaboradores llegan a cerca de 800.
Durante los 25 años han pasado por la UCAV cerca de 15.000 alumnos, y la universidad trabaja por implantar nuevas titulaciones como Farmacia y Medicina, además de aumentar la investigación, y la acreditación y formación del profesorado, ha indicado la rectora.
La celebración ha comenzado en la Catedral de Ávila con una eucaristía presidida por el nuncio apostólico de la Santa Sede en España, el arzobispo filipino Bernardito Cleopas Auza, a la que ha seguido el desfile de la comitiva académica por los soportales del edificio de la universidad, antes de posar todos los doctores ante una estatua de Santa Teresa.
El acto académico ha consistido en la lectura de la memoria del curso académico 2020-2021 por parte del secretario general de la Universidad Católica de Ávila, Francisco Trullén, y en la lección inaugural del nuncio apostólico en España.
Clepas ha felicitado a la UCAV, puesto que es «una ocasión especial» su 25 aniversario, y en nombre del papa Francisco ha felicitado a la universidad, en unos «tiempos que o son fáciles, sobre todo con la pandemia».
Además, ha deseado a la comunidad universitaria que la actividad «vuelva a ser como antes de la pandemia».
Tras el discurso de apertura de la rectora también ha intervenido el gran canciller de la UCAV y obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, quien ha dado gracias a Dios por los 25 años cumplidos.
«Un cuarto de siglo que nos hace mirar con agradecimiento en esta Acción de Gracias. Una Acción de Gracias por estos años, en los que vemos tanto bien derramado desde la iniciativa primera, gracias a un grupo al frente del que estaba Antonio Cañizares y gente que alentaron, hicieron y se lanzaron a una utopía que hoy en día es una realidad, pero también es una empresa cultural, de fe», ha aseverado el prelado abulense.
Asimismo, ha destacado de la UCAV «su sentido cultural, de aporte social, económico, de formación, de mujeres y hombres al servicio de la sociedad en las distintas profesiones, con competencia y profesionalidad a la altura y con calidad» al tiempo que subrayado que «hay un símbolo distintivo» que califica a esta Universidad y es su «significación católica y religiosa».
Igualmente, Gil Tamayo ha echado la vista atrás y h hecho referencia a los momentos difíciles que también ha vivido la UCAV porque aunque «hoy es una realidad viva y fecunda», ha tenido en su recorrido «misterios de gozo, de ilusión», pero también momentos «de dolor y de sufrimiento» donde personas se ha dejado la piel, e incluso los dineros de esta Diócesis por la pervivencia «de lo que hoy es uno de los activos más importantes de esta provincia, y es al mismo tiempo uno de sus motores y posibilidades de futuro».
El 24 de agosto de 1996, festividad del apóstol San Bartolomé, el entonces obispo de Ávila, Antonio Cañizares, firmaba el decreto de erección de la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús, de Ávila.