El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha garantizado este jueves que va a cumplir su compromiso de aprobar la reforma laboral y, además, ha querido dejar claro que para el Ejecutivo es «muy importante» recuperar el consenso y sumar al acuerdo tanto a los sindicatos como a los empresarios.
Así lo ha asegurado en la rueda de prensa que ha ofrecido en Trujillo junto al primer ministro portugués, Antonio Costa, para dar cuenta de los acuerdos de la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa, precisamente frente a sus vicepresidentas primera y segunda, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, protagonistas de la importante crisis interna que estalló la semana pasada en la coalición.
Sánchez ha evitado pronunciarse sobre esa disputa, al ser preguntado al respecto, y tampoco ha aclarado cuál será la posición que tomará el gobierno sobre algunos de los puntos polémicos que separan a los ministerios de Asuntos Económicos y de Trabajo que lideran las vicepresidentas, más allá de asegurar que se cumplirá lo comprometido con Bruselas.
No obstante, sí ha insistido en que si algo se tiene que lograr con esa reforma es «reconstruir» el consenso que, según ha lamentado, se perdió en la «contrarreforma» que hizo el Gobierno ‘popular’ de Mariano Rajoy en 2012; lo que implica sumar al acuerdo a los sindicatos y también a la patronal.
«El Gobierno lo que quiere es la coordinación para abordar esta reforma, el máximo diálogo y el mayor de los consensos para aprobar una reforma que va a ser muy importante», ha asegurado el presidente, tras sacar pecho de que el Gobierno está demostrando, a su juicio, «que cumple» sus compromisos.
FRÍO REENCUENTRO CALVIÑO Y DÍAZ
La Cumbre Hispano-Portuguesa ha sido el escenario del reencuentro público de Calviño y Díaz, y de ellas dos con Sánchez, más allá de las imágenes distribuidas por Moncloa del Consejo de Ministros del pasado martes. Eso sí, el presidente sí arropó a la vicepresidenta económica en un acto el lunes en su Ministerio, tras estallar el viernes al acusar Unidas Podemos a Calviño de «injerencias» en un asunto que desde marzo lleva pilotando Díaz.
En la cita de este jueves en la localidad extremeña, se ha podido ver a las dos vicepresidentas paseando juntas por Trujillo para desplazarse entre los diferentes escenarios de la cumbre y, después, se han sentado una la lado de la otra para escuchar la comparecencia de Sánchez, como marca el protocolo, por su rango.
No obstante, no se las ha visto en público conversando entre ellas, más allá de algún comentario que se han cruzado durante su desplazamiento al lugar donde ha tenido lugar la rueda de prensa del presidente junto a su homólogo portugués.
Antes y después de la comparecencia, los ministros de ambas delegaciones han conversado de forma distendida entre ellos e incluso se han hecho fotos, pero los medios de comunicación presentes en la sala no han sido testigo de un acercamiento entre ellas. Sí se ha podido ver a Díaz hablando con Sánchez de forma cercana.