El exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, al que se le retiró su escaño en ejecución con la sentencia del Tribunal Supremo que estableció su inhabilitación al sufragio pasivo, ha solicitado este viernes la reincorporación a su puesto de trabajo como obrero industrial, labor que abandonó para centrarse en su actividad política.
«Como siempre dije que haría. Vuelvo a mi curro, a mi profesión, a ganarme el pan y continuar aumentando experiencias vitales y luchas juntos con mis compañeras de la fábrica a las que tanto he echado de menos», ha anunciado Rodríguez en un mensaje publicado en Facebook, en el que ha explicado que nunca concibió «la representación política como una forma de permanecer individualmente a toda costa».
En este contexto, el exdiputado ha defendido que la participación política debe ser «una etapa de generosidad, de gran exposición personal, que sirva para defender los derechos y las libertades de nuestra gente y de nuestra tierra». «Con un principio y un final», ha insistido.
Rodríguez ha señalado que lo «relativamente sencillo» hubiera sido «prolongar» su etapa en la política «usando los contactos establecidos» o «presionando para acceder a determinados puestos». «Pero no es mi estilo. Creo que la política institucional debe ser otra cosa», ha escrito.
En la publicación, ha hecho balance de sus seis años en Podemos, «intensos» y «muy complicados en muchos momentos», pero de los que se siente «orgulloso» por el «trabajo realizado». «Me dejé la piel día a día siempre junto con colectivos sociales y gente organizada de todo tipo. Algunos de los derechos que hoy figuran en el BOE tienen los granitos de arena que aportamos con ese trabajo colectivo», ha indicado.
REVERTIR «TROPELÍAS» E «INJUSTICIAS»
Rodríguez ha asegurado que ahora «comienza un nuevo camino» pero que no será un «adiós» a la política, sino un «hasta lueguito». Según ha explicado, su «prioridad número uno» es «revertir la cadena de tropelías e injusticias» que han cometido con él y con las personas que le votaran en las elecciones «para que fuera su voz en el Parlamento».
«No voy a escatimar esfuerzos y usaré todos los recursos legales a mi disposición (económicos también por supuesto) en esta tarea», ha avisado, al tiempo que ha reclamado frenar «la deriva autoritaria» de aquellos que quieren volver «al pasado de miedo, terror y silencio amordazado».
«Vuelvo a la tierra, al país. Entero a pesar de los ataques, con infinidad de experiencias y aprendizajes acumulados y lo que creo que es más importante de todo: con muchas ganas de seguir luchando», ha finalizado su publicación en la red social.
Al hilo, Unidas Podemos ha registrado un escrito en la Mesa del Congreso para solicitar la anulación del oficio emitido por la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, a la Junta Electoral Central (JEC) para sustituir al exdiputado Alberto Rodríguez, en ejecución con la sentencia del Tribunal Supremo que estableció su inhabilitación al sufragio pasivo.
El grupo confederal demanda que el órgano de gobierno del Congreso remita esta cuestión a la Comisión del Estatuto del Diputado para dictar una conclusión que sea «respetuosa» con el Reglamento de la Cámara Baja y la legislación vigente. Y es que la formación cree que esta resolución vulnera la jurisprudencia del Constitucional por desproporcionada y es errónea desde el punto de vista competencial.