Greenpeace denuncia la desprotección del océano Antártico

Greenpeace denuncia la desprotección del océano Antártico por la inacción política tras la reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) que comenzó el pasado 18 de octubre y ha finalizado este 29 de octubre, sin que se haya llegado a un acuerdo sobre nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP).

Según informa Greenpeace, la comisión seguirá permitiendo que la pesca «consuma e impulse su agenda», algo que contrasta con que actualmente solo el 5 por ciento del océano antártico está protegido pese a que uno de los compromisos de la Comisión era completar una red de áreas marinas protegidas para el año 2012.

La Comisión propuso la protección de la Antártida Oriental, del Mar de Weddell y de la Península Antártica, casi 4 millones de kilómetros cuadrados del Océano Antártico.

Y aunque, según afirma la organización, dos de las propuestas las realizaron conjuntamente los estados miembros de la Unión Europea, Australia, India, Corea, Nueva Zelanda, Noruega, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos y Uruguay, mientras que la tercera fue propuesta por Argentina y Chile, no se ha conseguido llegar a ningún acuerdo para declarar la protección de estas zonas.

Greenpeace avisa que la comunidad científica cree que como mínimo el 30 por ciento de los océanos de todo el mundo tendrán que estar protegidos para el año 2030 si se quiere salvaguardar la vida marina.

Por ello, pide a la Comisión que cree una red de santuarios oceánicos antárticos, libres de actividades perjudiciales, para que se forme una red de santuarios oceánicos que cubran en al menos el 30 por ciento de los océanos del mundo para el 2030.

Asimismo, recuerda que hace 30 años todos los gobiernos prohibieron la extracción de petróleo y la minería en la Antártida, lo cual demuestra que «todo es posible cuando los gobiernos trabajan juntos».

Algo que según la organización, es necesario hoy en día para abordar la emergencia climática y natural que afectan a los «frágiles» ecosistemas antárticos.

Por último, Greenpeace destaca que la pesca de krill antártico, especie que sustenta el ecosistema, sigue aumentando desde 2010, que a su vez, por el rápido calentamiento que afecta a las aguas de la Antarctica, se ha desplazado hacia el sur unos 440 kilómetros durante los últimos 40 años.

La responsable de Océanos de Greenpeace, Pilar Marcos, afirma que el fracaso de la Comisión es otro ejemplo de cómo la inacción política conlleva la crisis del clima y de la naturaleza, y advierte que «si los gobiernos creen que pueden salirse con la suya con promesas vacías y tiempo perdido, están equivocados».

«La gente de todo el mundo espera que se tomen medidas para proteger al menos un tercio de los océanos del mundo para 2030, y juntos nos aseguraremos de que los gobiernos rindan cuentas», ha dicho.

Marcos avisa a los políticos de que «se les acabó el tiempo» e insta a los líderes mundiales a declarar los santuarios del océano antártico.