El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha asegurado este jueves que, en su opinión, «va a haber acuerdo y lo va a haber con todas las partes que hay en la mesa», en relación a la reforma laboral que el Gobierno debe presentar a Bruselas antes de que termine el año.
Antes de participar en la clausura de la Asamblea de la Revolución Ugestista (RUGE-UGT), Álvarez ha reconocido que la negociación, que se prolonga desde el 17 de marzo, «está siendo compleja» para evitar «hacer algo que acabe mañana», sino que produzca cambios en el mercado de trabajo a largo plazo.
Con el tiempo en contra, Álvarez considera que la mesa de diálogo social está entrando «en la recta final» y espera «poder dar buenas noticias pronto» a los trabajadores y, en especial, a las mujeres y a los jóvenes.
También ha augurado que empezarán a aparecer «más o menos presiones» en las próximas semanas, puesto que sobre la mesa hay cambios «de gran profundidad y de gran contundencia».
Entre ellos, el secretario general de UGT ha citado la temporalidad y ha propuesta abordarla desde la inspección de trabajo, con un refuerzo de los medios tanto humanos como técnicos, y las sanciones a las empresas que incumplan las normas.
«Si no hacemos eso, cualquiera de las decisiones que vayamos tomando quedará muy bien en el papel, pero dentro de seis meses no la podremos evaluar», ha añadido.