La Policía detiene a 26 personas sospechosas de realizar transacciones fraudulentas

La Policía Nacional ha detenido a 26 personas en España acusadas de ser los presuntos responsables de transacciones fraudulentas valoradas en casi 170.000 euros, durante una actuación internacional dirigida contra el fraude en el comercio ‘online’, en la que solo en España se han identificado 107 víctimas.

Según ha informado el Ministerio del Interior en un comunicado, las detenciones se han realizado dentro del marco de una operación internacional coordinada por EUROPOL, que ha contado concretamente con la colaboración del Merchant Risk Council.

La manera de operar de estas estructuras delincuenciales investigadas era a través de compras en diversas plataformas comerciales ‘online’ que abonaban mediante la utilización fraudulenta de diferentes medios de pago por internet. Posteriormente, estas compras eran recepcionadas a través de una red de las denominadas «mulas de paquetería».

Además de las 26 detenciones, realizadas en España por la Policía Nacional, se han documentado otras 20 personas que han sido detenidas fuera de las fronteras españolas.

En este sentido, la operación internacional ha contado con la participación de fuerzas policiales de 18 países en total, como son Albania, Austria, Bélgica, Colombia, Croacia, Estados Unidos, Eslovenia, Eslovaquia, Grecia, Georgia, Hungría, Irlanda, Italia, Macedonia del Norte, Países Bajos, Polonia, Portugal y España, todos ellos bajo la coordinación de EUROPOL.

CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN #SellSafe

En el marco de la cooperación policial internacional, EUROPOL y el Merchant Risk Council han puesto en marcha la campaña de sensibilización #SellSafe, dentro del denominado ‘e-Comm 2021’, que constituye la sexta actuación a nivel internacional contra el fraude en el comercio online.

El objetivo de esta campaña de sensibilización es doble, según ha trasladado el Ministerio del Interior. Por una parte, está dirigida «a los consumidores, ayudándoles a identificar y comprender mejor, los riesgos de potenciales fraudes en compras online».

En segundo lugar, la campaña pretende que el comercio electrónico «sea más seguro mediante la promoción de métodos de compra online y ayudando a nuevos comerciantes a abrir su primera tienda online sin el riesgo de ciberataques».

Además, este tipo de cooperación se presenta como «una manera efectiva de abordar este tipo de fraude, optimizando los recursos policiales», ha especificado el Ministerio.

EL MODUS OPERANDI

Por otra parte, se ha detallado que el fraude en compras ‘online’ es considerado «una actividad delictiva de bajo riesgo y alta rentabilidad para el crimen organizado», y que las medidas de investigación «son muy complejas debido a la dimensión virtual e internacional de este crimen».

Por ello, se ha incidido en que el fraude informático es una de las principales prioridades de EUROPOL y las autoridades policiales de toda la Unión Europea.

Asimismo, se ha destacado que esta actividad delictiva «hace imprescindible una actuación conjunta y coordinada a nivel global», ya que se trata de un delito «transfronterizo» en el que «el comercio ‘online’ que sufre el fraude, el medio de pago utilizado fraudulentamente, y el producto o servicio adquirido fraudulentamente pueden ser de diferentes países entre sí», han apostillado.

Finalmente, han desarrollado el ‘modus operandi’ utilizado con mayor asiduidad para la realización de compras fraudulentas ‘online’, que «continúa siendo la utilización fraudulenta de numeraciones de tarjetas de crédito».

Por ello, la Policía Nacional ha recordado que este ‘modus operandi’ está basado en los siguientes patrones. En primer lugar, la obtención de las numeraciones de tarjetas bancarias, lo que se lleva a cabo por diversos medios.

En segundo lugar, han indicado que el origen de las tarjetas es «principalmente» del extranjero, con la finalidad de evitar los controles de seguridad establecidos en cada país, «que suelen ser más estrictos para las tarjetas nacionales».

Posteriormente, la utilización de las numeraciones de las tarjetas a través de Internet mediante las compras en de comercio ‘online’, «principalmente de artículos de electrónica consumo y ropa», han precisado. Y por último, la venta de los productos comprados por los propios compradores o intermediarios, a precios más bajos.