Presidente del Senado defiende que la lucha contra la desigualdad y la apuesta por la educación pública «van de la mano»

El presidente del Senado, Ander Gil, ha defendido la importancia de la educación como «palanca de ascenso social y de prevención de la exclusión» y, en esta línea, ha apuntado que la lucha contra la desigualdad y la apuesta por la educación pública «van de la mano».

En su intervención, durante la inauguración del encuentro ‘Diálogo sobre el futuro de la educación’, que se celebra desde este lunes en Salamanca, Ander Gil, ha abogado por «reflexionar con seriedad y serenidad» sobre la educación, que es «la energía que hará funcionar el siglo XXI».

Por ello, ha insistido en que las aulas son «palanca de ascenso social» pero, asimismo, ha remarcado que son «mucho más que eso». Por ello ha subrayado que «ninguna inversión es más relevante y segura que la educación».

Ante los «cambios vertiginosos» de la actual sociedad, ha continuado, los representantes institucionales no han de utilizar la educación «como arma arrojadiza» y tienen que promover una educación «flexible», pues hay carreras que actualmente tienen demanda que hace unas décadas «no existían» y en el futuro «existirán otras» que actualmente no están en el mapa académico, ha apostillado.

Asimismo, y tras hacer hincapié también en «acabar con estereotipos» en ámbitos como la formación profesional, ha defendido que en las aulas se dote de competencias como la empatía, el trabajo en equipo o la transferencia de conocimiento entre iguales.

Igualmente, en referencia a la importancia de la educación en la lucha contra la desigualdad de oportunidades, también se ha centrado en los «desafíos» del medio rural en ámbitos como el acceso a la últimas tecnología, ya que sin esa adaptación digital es posible que la brecha «se agrande» pero, si se dota de medios, ocurrirá «lo contrario».

Asimismo, ha reflexionado sobre la igualdad entre hombres y mujeres, sobre lo que ha destacado que el número de alumnas es mayor al de alumnos en las aulas de las universidades pero ha lamentado que luego «van desapareciendo» de los puestos directivos.