La OMS advierte de la falta de acceso a la insulina a nivel mundial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este domingo 14 de noviembre, de la «alarmante situación» en el acceso mundial a la insulina.

En concreto, el informe de la OMS apunta que los precios elevados, la escasa disponibilidad de insulina, el hecho de que unos pocos productores dominen el mercado de la insulina y la debilidad de los sistemas sanitarios son «los principales obstáculos al acceso universal».

«Los científicos que descubrieron la insulina hace 100 años se negaron a beneficiarse de su descubrimiento y vendieron la patente por menos de un euro. Desgraciadamente, ese gesto de solidaridad ha sido superado por un negocio multimillonario que ha creado enormes brechas de acceso», ha denunciado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La insulina es la base del tratamiento de la diabetes: convierte una enfermedad mortal en una enfermedad manejable para nueve millones de personas con diabetes de tipo 1. Para más de 60 millones de personas con diabetes de tipo 2, la insulina es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia renal, ceguera y amputación de extremidades.

Sin embargo, una de cada dos personas que necesitan insulina para la diabetes de tipo 2 no la recibe. La diabetes está aumentando en los países de ingresos bajos y medios, y sin embargo su consumo de insulina no ha seguido el ritmo de la creciente carga de la enfermedad. El informe destaca que, aunque tres de cada cuatro personas afectadas por la diabetes de tipo 2 viven en países fuera de Norteamérica y Europa, representan menos del 40 por ciento de los ingresos por venta de insulina.

La OMS lamenta que el cambio en el mercado mundial de la insulina, que puede producirse a un coste relativamente bajo, a los análogos más caros (insulinas sintéticas) está imponiendo «una carga financiera insostenible a los países con menores ingresos». «En general, la insulina humana es tan eficaz como los análogos, pero éstos son al menos 1,5 veces más caros que las insulinas humanas, y en algunos países tres veces más», argumentan.

Asimismo, señalan que tres multinacionales controlan más del 90 por ciento del mercado de la insulina, lo que «deja poco espacio para que las empresas más pequeñas compitan por las ventas de insulina». «La investigación está orientada a los mercados ricos, descuidando las necesidades de salud pública de los países de ingresos bajos y medios, que representan el 80 por ciento de la carga de la diabetes», añaden al respecto.

Según el informe, el panorama de los precios también es «desigual» y revela «una falta de transparencia en la forma de fijarlos». Por ejemplo, esgrimen que las insulinas biosimilares (esencialmente versiones genéricas) podrían ser más de un 25 por ciento más baratas que el producto original, pero muchos países, incluidos los de renta baja, no se benefician de este ahorro potencial.

MEDIDAS PARA MEJORAR EL ACCESO A LA INSULINA

El informe sugiere varias acciones para mejorar el acceso a las insulinas y productos afines, como impulsar su producción y suministro diversificando la fabricación de insulinas análogas biosimilares para «crear competencia y reducir los precios», así como la «regulación de los precios y los márgenes de beneficio, utilizando la adquisición conjunta y mejorando la transparencia en la fijación de los precios».

Junto a esto, consideran imprescindible promover la capacidad de fabricación local en las regiones menos ricas; que la I+D esté centrada en las necesidades de los países de ingresos bajos y medios; o garantizar que el mayor acceso a la insulina vaya acompañado de un diagnóstico rápido y del acceso a dispositivos asequibles para el control de la glucemia y la inyección de insulina.

Varios meses después del primer diálogo con la industria farmacéutica, la OMS afirma que se han comprometido a llevar a cabo una serie de acciones, como mejorar el acceso a los biosimilares de insulina; o la participación en los mecanismos de adquisición conjunta o de demanda agregada de la OMS y en el mecanismo de información que la OMS utilizará para registrar y publicar las contribuciones de la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria.

Asimismo, también han acordado participar en el programa de precualificación de la OMS en insulina, medidores de glucosa, tiras reactivas y demás pruebas diagnósticas. La OMS confía en que la ampliación de su programa de precalificación, así como la inclusión de formas adicionales de insulina y otros medicamentos para la diabetes en la última actualización de las Listas de Medicamentos Esenciales conduzcan a «un mejor acceso en los países en los que la demanda está actualmente insatisfecha».