El vicesecretario general y portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, se ha mostrado escéptico en relación con el acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno central, PNV y ERC, para que los interinos con más de cinco años sean fijos sin opositar y con concurso de mérito y ha avisado que estará «ojo avizor» con respecto al tema.
En declaraciones a los medios este sábado en la sede de la formación naranja, Bal ha dicho que no conoce nada más de este acuerdo excepto lo que publican los medios de comunicación y ha asegurado que convertir en fijos sin oposición a los interinos de más de cinco años es «imposible».
«Ya hay informes de la Abogacía del Estado que lo dicen. El artículo 103 de la Constitución impone necesariamente un proceso selectivo para poder ser funcionario», ha explicado.
En este sentido, ha aclarado que para ser funcionario fijo es necesario someterse a un proceso selectivo o, por lo menos, a un concurso de méritos, por lo que ha calificado la noticia de «equívoca» y ha avisado de que Ciudadanos estará «ojo avizor» con respecto a este asunto.
REPARTO DE «SILLONES»
En otro punto, ha acusado al Gobierno de coalición y al Partido Popular de ponerse solo de acuerdo para el «reparto de sillones» en los órganos constitucionales y no para cuestiones importantes del país, algo que ha tachado de «infamia».
Así, ha afeado al PSOE, a Unidas Podemos y al Partido Popular que estén compartiendo «las más rancias y despreciables costumbres del bipartidismo» y que hayan elegido a sus «amigos» y «afines» para ocupar las altas magistraturas constitucionales que fiscalizan el Estado.
Del mismo modo, ha cargado contra Unidas Podemos que «se han vendido» también a esta «repugnante práctica con tal de colocar también a estos puestos a gente suya» y contra el líder ‘popular’, Pablo Casado, por, a su parecer, convertirse en el apoyo de Pedro Sánchez, de Podemos y del separatismo. «Les dan oxígeno», ha aseverado.
Según Bal, las instituciones públicas deberían estar ocupadas por personas valiosas y capacitadas que no tengan ningún tipo de adscripción política porque, de otra manera, esto provoca que «los españoles dejen de creer en las instituciones», ha zanjado.