Sol duda de la lealtad de Enrique López en la guerra del PP de Madrid

Parecía uno de los consejeros de la máxima confianza de Isabel Díaz Ayuso, pero desde Sol ya son más de uno los que han expresado sus dudas respecto a la «lealtad» de Enrique López en la guerra del Partido Popular de Madrid. El conflicto político que enfrenta en una batalla fratricida a Ayuso y al presidente popular, Pablo Casado, está elevando el tono por días y todo augura que no hará más que enconarse con el paso del tiempo (al menos hasta que se celebre el congreso del PP de Madrid). Y en esta guerra ya hay muchos que no han soportado la presión y que, o bien han desertado, o bien se han mantenido en una posición equidistante que incomoda a quienes encabezan la batalla. Enrique López se encasilla en el grupo de los «equidistantes» y desde Sol dudan de que vaya a ir hasta al final. «Si Ayuso pierde, Enrique no caerá con ella», detallan. «Es un superviviente», insisten fuentes del Partido Popular. Unas palabras que no son ajenas a quienes viven la guerra desde el centro de operaciones de la Comunidad de Madrid.

Mientras que hay nombres cuya lealtad no se pone en duda, como es el caso de Alfonso Serrano, portavoz del Partido Popular en la Asamblea o de David Pérez, consejero de Transportes, hay otros que no suscitan tanta confianza. El de Enrique López es uno de ellos. Fuentes de Sol detallan que el consejero de Justicia tiene una doble lealtad que hace que no sea alguien de fiar en la guerra del PP de Madrid. Fue, antes de las elecciones, una de las muletas en las que se apoyó Ayuso para dar empaque a las listas. Pero también es uno de los principales asesores de Génova en materia de justicia y en especial con todo lo que respecta a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El hecho de que tenga línea directa con Génova y el hecho de que mantenga una buena relación con Pablo Casado hace dudar a más de uno en Sol sobre si se mantendrá firme en la guerra del PP de Madrid o si abandonará antes de que el barco se hunda.

Enrique López no se jugará su sueldo público por una guerra de poder entre dos candidatos

Lo que tienen claro quienes le conocen es que Enrique López sobrevivirá pase lo que pase y que no se mojará hasta el punto de «tirarse por un barranco», tal y como dijo que haría por Pedro Sánchez su entonces jefe de gabinete, Iván Redondo, por su presidenta. Enrique es «perro viejo» y tanto desde Sol como desde Génova entienden que no se jugará su sueldo público por una guerra de poder entre dos candidatos. Hará lo que tiene que hacer para sobrevivir, no para que su presidenta y la que le llevó como número cuatro en las listas consiga lo que quiere. Algo que tienen muy claro desde Sol y que siempre acompañan con las dudas sobre su lealtad, dado que aún mantiene conversaciones con Génova. Algo que incomoda a quienes tienen bloqueado en Whatsapp al secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea.

Desde Sol no saben cómo interpretar los mensajes de Enrique López. Mientras que todos mantenían una discreción absoluta, Enrique parecía luchar en público por los intereses de Pablo Casado. En octubre, el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid pidió que se celebraran las elecciones generales cuanto antes, algo que dejó tanto a Sol como a Génova relativamente extrañados al no saber por quién miraba al lanzar esas declaraciones. Desde el entorno de Casado entendieron que este mensaje buscaba consolidar a Casado cuanto antes para así evitar el desgaste de estos años (pues desde Génova tiene claro que todo este ruido cesará una vez el presidente del PP pase a serlo del Gobierno). Y desde Sol entendieron que lo decía para conseguir que Casado fuera derrotado antes de tiempo y acelerar el asalto al poder de Ayuso. Pero sea como sea, los mensajes de Enrique nunca han ido ni en un sentido ni en otro.

López ha sido el consejero de cabecera de Casado en materia de justicia. Su trato con el entorno de Pablo y sus paseos por Génova han sido relativamente constantes desde que arrancó la legislatura de Sánchez. Tiene buena relación con el entorno de Casado pero sobretodo es uno de esos dirigentes de Génova que trasciende y sobrevive con creces al paso de los presidentes de partido y de los secretarios generales. Es casi más un funcionario de nivel 30 del PP más que un candidato político. Su supervivencia siempre ha estado por encima de todo y quienes le conocen bien en Sol han advertido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de que no espere que Enrique se juegue su posición por ella. De ahí las dudas sobre la lealtad de López y su compromiso con la causa de Ayuso.

En cualquier caso, desde el Partido Popular coinciden en que Enrique sobrevivirá a cualquiera de los escenarios posibles postguerra. Si gana Ayuso y se convierte en la candidata, López será cercano y fiel a la presidenta, al menos aparentemente. Y si Casado arrasa en las elecciones, hay quinielas que le sitúan como posible ministro de Justicia. En todos sobrevive. Y quienes se juegan de verdad su posición, como es el caso del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, miran con recelo esta actitud más propia de un Bear Grylls de la política que de un consejero que ha ido de número cuatro en las listas gracias a que Ayuso así lo quiso.