Pablo Iglesias engrasa el coqueteo político entre Iván Redondo y el proyecto de Yolanda Díaz

La buena relación entre Pablo Iglesias e Iván Redondo parece que da sus frutos. Que se llevan bien y que intercambian mensajes casi a diario no es ningún misterio. El problema es que parece que esta relación puede acabar con un nuevo puesto de trabajo para Iván Redondo. El vicepresidente del Gobierno ya designó a Yolanda Díaz como su sucesora. Cuando dejó la política en mayo de 2021, tenía claro que la candidata de la izquierda debía ser la ministra de Trabajo y vicepresidenta social del Gobierno. Sin embargo, ahora parece que Iglesias ha visto el cielo abierto para hacer de Díaz la primera presidenta del Gobierno de España: la posibilidad de sumar a Iván Redondo como director de campaña. El exjefe de gabinete de Presidencia del Gobierno no lo ve con malos ojos y de hecho ha utilizado todas las cámaras para lanzar guiños a la vicepresidenta. Guiños que Yolanda aún no ha correspondido, pero que Iglesias parece estar esforzándose vía Whatsapp para lanzar la idea de que Redondo podría estar en su equipo como director de orquesta. El último artículo de Redondo para La Vanguardia lo deja claro: Yolanda Díaz puede ser presidenta.

Fuentes cercanas a Redondo aseguran que su buena relación con Iglesias es clave para el próximo proyecto que quiere el exdirector de gabinete de Presidencia del Gobierno. Clave porque quien sirve de nexo entre el partido morado y Redondo es Iglesias. El exvicepresidente social del Gobierno no ha dejado del todo la política. No al menos a la hora de ayudar a hacer de la izquierda un proyecto ganador. Su salida a medios de comunicación catalanes y vascos ha sido un claro intento de acercar las posturas de Podemos a los grupos nacionalistas de estas regiones. Pero ahora quiere al mejor para hacer la campaña de Yolanda Díaz. Y el mejor es su buen amigo Iván Redondo, quien, por cierto, busca trabajo desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le dio la patada para colocar en su lugar a un perfil completamente opuesto al de Redondo: el del socialista Óscar López.

La idea que ha deslizado Redondo ha sido muy bien recibida por Iglesias. Podemos se hunde y parece no tener freno. La única solución es colocar al frente a una líder que parece haber seducido a los menores de 45 años, según ha comentado Redondo en una entrevista en Onda Cero dirigida por Carlos Alsina, con una plataforma limpia, independiente y que se desprenda de ese color morado y del círculo de Podemos. Redondo hace su trabajo, que es lanzar xonstantes guiños a Yolanda Díaz aunque los periodistas que le dan visibilidad no le pregunten sobre ella. Y entretanto, Iglesias busca teledirigir los movimientos del partido colocando a un peso pesado como es Iván Redondo al frente de los fogones. Una plataforma independiente con Yolanda Díaz al frente, Podemos integrado y sobretodo con la estrategia de Iván Redondo como hoja de ruta es un plan sin fisuras, a ojos de Iglesias. Ahora solo queda frenar los contrapesos de Podemos que son relativamente reacias a que Redondo forme parte de su equipo, entre los que se encuentran Irene Montero, ministra de Igualdad, o Ione Belarra, secretaria general de Podemos.

La buena relación entre Iglesias y Redondo se fraguó en los primeros años de legislatura. Se llevan bien y ahora mantienen una relación fluida. Justo lo contrario que Iván Redondo y Pedro Sánchez, quienes ahora hablan pero mantienen una relación bastante distante después de que el presidente del Ejecutivo diera la patada a Iván Redondo poco después de que el jefe de gabinete de Presidencia del Gobierno le pidiera al líder un ministerio. Esta buena relación entre Iglesias y Redondo parece que puede dar más de sí, o al menos es lo que intenta el cofundador de Podemos, tal y como aseguran fuentes cercanas al jefe de gabinete.

El único problema por ahora es que Redondo no parece haber recibido una respuesta clara de Yolanda Díaz, quien mantiene su posición al respecto algo oculta hasta que se acerque el periodo electoral. Es cierto que nadie quiere renunciar a Podemos, parte estructural del partido, pero Redondo sí que quiere que Yolanda se diferencie de la formación morada presentándose con una plataforma independiente. Una especie de Más Madrid pero con otras pretensiones. Pero el entorno de Yolanda y el de Montero no quieren de momento oír hablar de nada que tenga que ver con hacer desaparecer Podemos. Sobretodo porque el poder de Irene Montero y el de Ione Belarra se diluiría.

LOS GUIÑOS A YOLANDA

Redondo está ahora mismo tomándose un año sabático. «Cumplo lo que digo», ha detallado en una entrevista junto a Carlos Alsina. «Y lo expreso», ha matizado. Se refería a que no iba a trabajar en una consultora ni en nada parecido una vez saliera de la política. Al menos durante el primer año y medio. Al margen dejamos esas voces que dicen que la razón por la que Redondo no ha ido a trabajar directamente a una consultora es porque no le quieren al haber salido mal parado del Ejecutivo. Pero lo que sí afirman voces de su entorno es que Redondo quiere retomar algún proyecto político como director de orquesta y Yolanda Díaz es a quien quiere hacer presidenta del Gobierno.

«No se puede construir un frente amplio, sino un movimiento amplio», ha comentado Redondo en la entrevista en Onda Cero. A lo que se refiere es a esa plataforma que debería, a su juicio, montar Yolanda Díaz para conseguir tener opciones de incluso ser presidenta del Gobierno. «La primera mujer presidenta de España» decía, un eslogan que parecía traerse bien aprendido de casa. Estas frases no las ha dejado de soltar en cualquier plató que pisara y han provocado que quienes le conocen aseguren que Redondo se está vendiendo a Díaz. El director de gabinete quiere volver a la política, pero con un proyecto nuevo. Y sobretodo vendiéndose a la principal amenaza de quien le ha dejado tirado.