El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, ARHOE, José Luis Casero, ha reivindicado «la necesidad de abordar ya una normativa de horarios racionales en España, para todos y todas», durante el XVI Congreso Nacional de la asociación, celebrado a lo largo de esta semana.
El congreso –organizado y promovido por ARHOE con el apoyo de CaixaBank, Reale Seguros, Pfizer, Sending Transporte Urgente, Ifma España, Corresponsables y Ayuntamiento de Madrid (Distrito Retiro)– se ha desarrollado a través de cuatro jornadas, que han girado en torno a la ‘Flexibilidad laboral y jornada laboral de 4 días, ¿es compatible?’, ‘ODS y horarios racionales. Mujer y empresa’; ‘Educación y conciliación. Ventajas e inconvenientes del cambio horario’ y ‘Experiencia empleado post-covid. Hacia el Pacto de Estado de conciliación e impacto en las personas’.
Entre otras conclusiones, se ha destacado la necesidad un humanismo que ponga el foco en las personas con compromiso, reivindicación y responsabilidad individual, con respeto a la Constitución y a la diversidad de todo tipo, y que se avance en una redefinición del modelo socioeconómico incorporando diversidad y merito a los puestos de decisión, digitalizando las empresas pero con humanismo, flexibilizando y racionalizando los horarios, tomando decisiones ante el cambio horario, apostando por la sostenibilidad no solo medioambiental sino social y humana, y promoviendo de una vez por todas un Pacto en España sobre conciliación, corresponsabilidad y horarios racionales.
Así, en la primera jornada se concluyó que mejorar la conciliación mejora la salud psicológica, reduce estrés y resulta una medida estratégica de salud en las organizaciones. Además, los expertos coincidieron en señalar que, para la óptima implementación del teletrabajo, hay que tener en cuenta la necesidad de transición, adaptación, formación y adecuación a las personas, entre otros factores.
También se hizo alusión a dos factores que están impactando en la cultura de las organizaciones: por un lado, el cambio en los modelos de organización del trabajo, con flexibilidad desde el punto de vista temporal y espacial; y por otro, la concepción del trabajo para las nuevas generaciones.
Se abordó que la flexibilidad laboral no solo es teletrabajo sino que es algo mas y que afecta a las organizaciones de las empresas en temas como comunicación, dotar de autonomía a los trabajadores y equipos. Los expertos apostaron por la flexibilidad y la dirección por objetivos, no por la presencia, y abogaron por las jornadas intensivas y la cultura del bienestar.
En la segunda jornada, se apostó por un uso racional del tiempo que permita al ser humano desarrollarse en todos los niveles, en línea con la Agenda 2030 y los ODS; y apelaron por cambiar el término conciliació –vinculado a la mujer– y hablar de corresponsabilidad, que debe asumir toda la familia independientemente de quienes la componen ya que, compartir y repartir tareas resulta fundamental para el desarrollo integral e igualitario de los componentes de la pareja. En este punto, han alertado de un retroceso en los roles durante la pandemia pues estando ambos en las mismas condiciones varones y mujeres, las perjudicadas han sido las mujeres.
En la tercera jornada, se ha pedido no dejar la responsabilidad de educar a los centros escolares ya que los profesores han vivido con «un grandísimo compromiso personal» la situación vivido desde marzo del año pasado, cuando empezó la pandemia. Sobre el cambio horario, se han expuesto argumentos a favor y en contra.
En la última jornada, se ha vuelto a reclamar un Pacto de Estado sobre Conciliación y Horarios Racionales que, a corto plazo, «parece complicado» de alcanzar aunque «hay algunas propuestas y avances que configuran la posibilidad a medio plazo» y se ha reiterado la importancia de poner «el foco en los resultados, abandonando el criterio de la presencia y permanencia en el horario».