Colau: Yolanda Díaz nunca quiso ser presidenta ni una líder mundial, pero «le ha tocado»

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reconocido que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, nunca quiso ser presidenta ni una líder mundial, pero ha afirmado que «le ha tocado» serlo porque España necesita un liderazgo como el suyo.

Lo ha dicho este domingo en el acto de clausura de la III Assemblea Nacional de los comuns en Barcelona, junto con Díaz; el ministro de Consumo, Alberto Garzón; la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra –por vídeo–; la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra, y la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach.

Sin embargo, ha explicado que no la quiere forzar a ser candidata en las futuras elecciones generales: «Jamás lo voy a hacer y aquí lo digo. Habrá que respetarla siempre, sea cual sea su voluntad, y ya tomará esa decisión».

También ha indicado que son sus adversarios quienes quieren que sea candidata y no ministra de Trabajo para poder «atacarla políticamente, en vez de poner en valor el grandísimo trabajo que está haciendo», por lo que ha asegurado a Díaz que nunca va a estar sola.

En referencia al acto que tuvo lugar el fin de semana pasado en Valencia bajo el lema ‘Otras políticas’, ha dicho que «no fue una anécdota», y considera que es imparable la ilusión y la esperanza por transformar que surgieron de esa jornada.

«Y después de Valencia viene Barcelona, donde somos muchísima gente diversa que nos hemos reencontrado con fuerza para seguir transformando la realidad y mejorar la vida de la gente», ha dicho, y ha añadido que después del encuentro en la capital catalana habrá muchos más.

POLÍTICA MUNICIPALISTA

Colau ha reivindicado el trabajo que ha hecho su gobierno municipal: «Sobre cuestiones electorales ya hablaremos, pero que mi compromiso está con la ciudad de Barcelona, sobre esto no tengáis ningún tipo de duda».

Ha explicado que las críticas por los cambios que está impulsando el Ayuntamiento se deben a que «hay unas determinadas élites que estaban acostumbradas a hacer las cosas de una manera no muy democrática, que acumulaban privilegios y se desentendían de la atención de la ciudadanía», por lo que ahora están incómodas, según ella.

«Me sabe mal por la decadencia de estas élites, pero las animo a sumarse al cambio, porque la ciudad que estamos construyendo es una ciudad para todos y todas», haciéndola más amable, justa, saludable, que pone la vida en el centro y en la que no sobra nadie, ha dicho.

«MÁS REPRESENTATIVIDAD» DE LOS COMUNS

Y ha subrayado la necesidad de que el espacio de progreso que representan los comuns «se consolide y tenga más representatividad en el Parlament y, en el futuro, en el Govern», así como en toda España, para poder impulsar las transformaciones que hacen falta.

«No se puede tener un gobierno progresista con los herederos de la Convergència corrupta y neoliberal, por lo que espero que pronto pueda haber un cambio en este sentido», y ha afirmado que, pese a ser un motor de progreso y una ciudad de innovación, Barcelona necesita a Catalunya.