El acusado de matar a su pareja en Úbeda dice que lo hizo en defensa propia

El acusado de matar a su pareja en Úbeda (Jaén) en 2028 ha declarado ante el tribunal popular que le juzga en la Audiencia de Jaén que lo hizo en defensa propia y que se encuentra «muy apenado» porque «en ningún momento» pensó en acabar con la vida de la madre de dos de sus hijos, algo que lamenta «mucho».

M.E.V., de 55 años, solo ha aceptado contestar a las preguntas de su abogado y no al del resto de las partes personadas, al tiempo que ha cambiado su declaración respecto a la que hizo en el juzgado de Instrucción de Úbeda porque hay «pequeños detalles» que ya no recuerda, aunque sí «lo esencial».

En esta línea ha argumentado que tras mantener una discusión con la víctima fue ésta la que se le abalanzó con un cuchillo de cocina. Cuando notó, según su declaración, que le había alcanzado en el abdomen, cogió lo primero que se le vino a la mano, y eso fue una plancha, con la que golpeó en la cabeza a María de los Ángeles.

Ha relatado que ella cayó al suelo «boca abajo», pero que a pesar de ello, María de los Ángeles no cejaba en su intentó de apuñalarle con un cuchillo que, al parecer, en ningún momento soltó, por lo que subido sobre la espalda de la víctima y con ella boca abajo, cogió una balleta, según él para protegerse, pero acabó asfixiándola con ella y con sus manos.

Ha asegurado que paró cuando ella soltó en cuchillo y ya no se movía. La dejó tirada en el suelo de la cocina. «Pensé que estaba inconsciente. En ningún momento pensé que había muerto», ha señalado el acusado a preguntas de su abogado. Después salió con su hijo pequeño de casa para ir a un centro de salud cercano para que le curaran las heridas del abdomen.

Para el abogado de la defensa, el maltratado en este caso es el acusado y no al contrario. Ha rechazado que lo que cometiera su defendido fuera un asesinato y ha argumentado que «en todo caso sería un homicidio» y «en legítima defensa», extremos que rechazan de plano tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular que hablan de años de malos tratos, vejaciones y amenazas hacia la víctima.

El acusado, de 55 años, inició una relación sentimental con la fallecida, de 41 años, que era madre de dos niñas. Fruto de la relación tuvieron dos hijos en común. En el escrito de calificación de Fiscalía, se contempla que desde el inicio de la relación, el acusado «trató en todo momento de controlar a María de los Ángeles, impidiéndole que pudiera disponer de dinero, limitando sus gastos y no permitiéndole que trabajara si no lo hacía con él».

El fiscal relata palizas delante de los hijos, amenazas de muerte, e «innumerables» humillaciones, llegando incluso un día en el que la dejó encerrada en un chalet junto a tres de sus hijas, todas ellas menores de edad. La víctima nunca acudió al médico «por miedo a las represalias y advertencias del acusado».

El 12 de noviembre de 2016, María de los Ángeles presentó denuncia contra el acusado por malos tratos, pero la responsable del Juzgado de Instrucción número 1 de Úbeda acordó el sobreseimiento provisional por falta de pruebas.

A partir de aquí la mujer se trasladó a su localidad natal, Arahal (Sevilla), donde las «advertencias y presiones» por parte del acusado fueron constantes hasta el punto de quedar registrados numerosos mensajes donde el procesado le pedía que regresara porque ya no le iba a pegar más y que no le volvería a hacer daño. En dicho mensajes, según el Ministerio Público, el acusado también reconoce que obligó a su hija a presentar una denuncia falsa contra ella y que conllevó una orden de alejamiento respecto a sus tres hijos.

María de los Ángeles aceptó volver con el acusado en enero de 2018 para así poder estar junto a sus hijos, pero, según el fiscal, continuaron «las humillaciones y desprecios» e incluso fueron a más cuando en el mes de agosto ella comenzó a trabajar en un bar.

La tarde del 21 de septiembre de 2018 cuando María de los Ángeles se encontraba en la cocina y su hijo pequeño durmiendo, el acusado, aprovechando que ella estaba de espaldas, «de forma totalmente sorpresiva a inesperada y sin dar opción alguna de posible defensa», el acusado cogió la plancha con la empuñadura hacia abajo y le golpeó «fuertemente».

Ya en el suelo, el acusado y siempre según el relato de los hechos del Ministerio Fiscal, «comenzó a asfixiarla, utilizando para ello su antebrazo derecho y posteriormente las dos manos, para acabar utilizando una bayeta», causándole la muerte.

Seguidamente, el acusado cogió un cuchillo con el que se infringió «seis lesiones en la parte lateral izquierda de su abdomen, así como tres cortes en la camiseta que portaba, depositando el cuchillo al lado del cuerpo sin vida de María de los Ángeles».

Fiscalía ha calificado los hechos de un delito de asesinato, otro de maltrato habitual, dos delitos de amenazas y uno de coacciones, con el agravante de parentesco y género. Además de la pena de 32 años de prisión, reclama 400.000 euros de indemnización a repartir entre los cuatro hijos de la víctima.

Por su parte, la acusación particular eleva su petición de penas a 37 años de cárcel y una indemnización de 150.000 euros para tres de los hijos de la fallecida. También están personados en la causa, la Junta de Andalucía por dos de los hijos de la víctima que se encuentran bajo su tutela, y la Abogacía del Estado.

No es la primera vez que M.E.V. se ha sentando en el banquillo de la Audiencia de Jaén ya que en mayo de este año fue juzgado y condenado a 15 años de prisión por agredir sexualmente a la hija de la fallecida desde que la niña tenía ocho años y hasta que cumplió los 15 años. Siete años de violaciones en los que amenazaba a la menor con matar a su madre si contaba algo de lo que estaba ocurriendo.

Y efectivamente, el 21 de septiembre de 2018, el acusado cumplió su amenaza de muerte y presuntamente asesinó a la madre. El asesinato de María de los Ángeles E.J. conmocionó Úbeda, cuyo Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial. En este caso sí que había denuncia previa por malos tratos, pero el juzgado la archivó por falta de pruebas.

Un jurado popular, integrado por ocho mujeres y tres hombres, será el encargado de juzgar este caso en la Audiencia de Jaén. Esta tarde y durante el martes declararán los testigos, mientras que para el miércoles está prevista la declaración de 24 peritos y forenses.