La obsesión de Planas por contentar a los cazadores amenaza la ley de bienestar animal

Al director general de Podemos más «trabajador» del Gobierno, Sergio García Torres, le ha salido un duro y recio enemigo: el ministro de Agricultura, Luis Planas. El que ostenta el cargo de director general de derechos animales lleva desde que juró su puesto en 2020 preparando una ley de bienestar animal que aún no ha llegado al Consejo de Ministros. Pero ahora todo se ha complicado. El entorno de García Torres aseguraba que antes de que arrancara 2022, la ley estaría vigente, pero la pasión de Planas por contentar a los agricultores y ganaderos y la obsesión socialista por cosechar el voto cazador ha llevado al Ejecutivo a vivir otra crisis de Gobierno. Hay un par de puntos de la estrambótica ley de García Torres que incomodan al PSOE: Planas quiere que los cazadores puedan criar los perros que consideren sin trabas burocráticas ni prohibiciones, por no hablar de otras cuestiones como que la práctica de los cazadores chocaría frontalmente contra esta nueva ley de Podemos. Por ahora, el socialista que lleva la voz cantante en este asunto es Planas. Y sus palabras no auguran un pronto acuerdo.

Los cazadores se han convertido en un nicho de voto importante para algunos partidos. El nacimiento de España Vaciada ha hecho saltar las alarmas y los grandes partidos han decidido lanzar guiños al colectivo de la escopeta. La Ley de Bienestar Animal de Podemos tiene puntos que desatan la polémica y algunos otros algo «delirantes», según dirigentes del PSOE. Pero Planas se ha plantado en todas aquellas cuestiones que afectan a los cazadores y en especial a la cría de perros. Si el ministro de Agricultura ya puso el grito en el cielo cuando el Gobierno decidió prohibir a todos los efectos la caza del lobo ibérico en todo el territorio nacional, ahora Planas se ha puesto del lado de los cazadores para que puedan criar sin control los perros que utilizan para perseguir conejos o jabalíes. Pero Podemos se ha plantado porque sabe que no cosecha voto en el sector de la caza.

El voto cazador ocupa buena parte de las preocupaciones de algunos partidos. La aparición de España Vaciada ha puesto en guardia tanto al Partido Popular, como al PSOE como a Vox. Que ahora Planas haya vuelto a hacer suyas las consideraciones de los cazadores no es casualidad. La Ley de Bienestar Animal de Podemos contempla limitar a centros especializados la cría y venta de animales, incluidos los perros y los gatos, por no hablar de que también pretende vigilar la expedición de núcleos zoológicos y endurecer los requisitos para obtenerlos. Si quieres tener más de cinco perros (algo común entre los cazadores que utilizan este tipo de animales para la actividad cinegética), necesitas núcleo zoológico (con ciertas variaciones dado que los requisitos dependen de las autonomías). Y en este punto se ha plantado Planas para defender a los cazadores.

La idea del PSOE es que Podemos se pliegue en algunas cuestiones. Los socialistas no están especialmente preocupados por los puntos de esta ley, pero sí por no enfadar a su electorado cazador. La idea del Ministerio de Agricultura es la de que los cazadores tengan carta blanca para criar sus animales. Quieren que las razas de perros de caza o que quienes tienen la licencia de caza tengan la libertad de criar sin control y de utilizar sus animales para lo que consideren. Podemos, por supuesto, no quiere que ellos sean una excepción a la norma, pues creen que muchos de los casos de maltrato animal se dan entre los propios cazadores. Esto sin entrar en si es maltrato o no pegar un tiro a un animal salvaje por diversión.

Planas pide a Podemos que «suavicen» algunos de los aspectos

Podemos quiere que haya un control sobre todos los perros, gatos o cualquier animal de compañía. Quieren saber dónde nacen, dónde acaban. Pero los cazadores, que los usan como herramientas la mayor parte del tiempo, no quieren tener trabas a la hora de criar los cachorros que necesiten para la actividad. Planas pide a Podemos que «suavicen» algunos de los aspectos, concretamente los que afectan a los cazadores por motivos puramente electorales. Y Podemos insiste en que no quieren ceder ante la presión del colectivo al que precisamente quieren controlar mediante esta ley.

La idea que tiene la formación morada es la de que se presente la ley en el Consejo de Ministros antes de final de año, pero los tiempos se acortan y la oposición de Planas parece ser firme. Si se aplaza, puede que directamente no salga a la luz dado que desde el PSOE reconocen que 2022 va a ser un año muy electoral que podría incluso frenar muchos de los proyectos que generen más polémica o fricción en el Ejecutivo. La Ley de Bienestar Animal lleva en el programa electoral de Podemos mucho tiempo, pero lo cierto es que va a hacer dos años de desarrollo sin resultados a principios de 2022. Si no hay noticias antes de Navidades, desde la formación morada no se atreven a asegurar que habrá nueva ley.