El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha sido testigo en los últimos dos meses del nacimiento de dos bisontes lowland dentro del programa de recuperación de esta subespecie, de la que existen no más de 80 ejemplares en el mundo.
Las dos crías, ambas hembras, han nacido apenas un año después de la llegada, en diciembre de 2020, del semental trasladado a Cabárceno desde el zoo de Poznan (Polonia) con fines reproductores.
Nacidas el 27 de septiembre y el 9 de noviembre tras nueve meses de gestación, las dos crías se suman a las seis hembras adultas, cinco nacidas también en Cabárceno, que conforman la manada de bisontes junto al macho llegado de Polonia. Los nueve ejemplares conviven en el recinto de seis hectáreas correspondiente a estos animales.
En un comunicado, el Gobierno de Cantabria ha señalado que estos alumbramientos suponen «un nuevo éxito» para la instalación cántabra, seleccionada junto a otros 9 parques europeos para formar parte de este programa de reproducción que, coordinado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), busca evitar la consanguinidad y la vulnerabilidad de la especie ante amenazas virales.
El Ejecutivo ha señalado que este «triunfo reproductor» coloca a la instalación cántabra como «reserva genética referente para el bisonte lowland», considerada la línea genética más pura frente a la otra línea, la caucásica, de la que hay unos 500 ejemplares en cautividad en los zoos y unos 6.000 en diferentes reservas naturales del continente.
Ambas subespecies conforman las dos familias de bisontes europeos, en cuya recuperación se viene trabajando desde 1950 desde distintos ámbitos y con la reintroducción de ejemplares en reservas y parques nacionales en estado de libertad o semilibertad.
Asimismo, la colaboración entre zoos europeos está consiguiendo ampliar el número de ejemplares de estos mamíferos y mantener poblaciones sostenibles en cautividad.
Los otros zoos designados por la EAZA para la reproducción de bisontes lowland se encuentran cinco en Polonia (Gdansk, Varsovia, Poznan, Wroclaw y Torun); tres en Alemania (Duisburgo, Núremberg y Springe) y uno en Dinamarca (Randers).
Actualmente, el bisonte europeo no se encuentra en peligro de extinción, pero sí está considerada una especie sensible. Se enviará fotografía.