El Tribunal Supremo (TS) ha recibido ya el auto de aproximadamente 10 páginas que emitió el pasado viernes 26 de noviembre la Justicia europea en el que acordaba no devolver la inmunidad a Carles Puigdemont de manera cautelar tras la detención en Cerdeña y avisaba de que el proceso penal y las órdenes de detención y entrega permanecían en suspenso. Después de traducirlo, desde el alto tribunal responderán al mismo, pero ya advierten de que si el expresidente catalán pisa España será detenido.
Así lo aseveran de manera taxativa fuentes del Supremo consultadas, quienes explican además que lo que se conoció el viernes era un extracto del auto del vicepresidente del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) y no la resolución completa. Una vez que el juez instructor de la causa del ‘procés’, Pablo Llarena, tenga sobre su mesa esa traducción, será cuando responda –según estas mismas fuentes– no solo a Europa sino también al escrito que presentó esta semana la defensa de Puigdemont.
De esta manera, se evidencia una falta de sintonía entre las resoluciones que emite la Justicia europea respecto a los fugados del ‘procés’ con las decisiones que se conocen a fuerza de autos y providencias por parte del alto tribunal español. De hecho, las fuentes consultadas en el Supremo apuntan que lo que pueda decir el TGUE no influye en la causa porque el derecho español no está supeditado al europeo.
LA DECISIÓN DEL TGUE
El Tribunal General de la Unión Europea rechazó devolver de manera cautelar la inmunidad europarlamentaria del expresidente catalán Carles Puigdemont pese a su reciente detención en Italia, al considerar que la orden europea de detención y entrega emitida contra él está suspendida en toda la UE mientras la Justicia europea resuelve la cuestión prejudicial remitida por el juez instructor Llarena.
El auto del vicepresidente del Tribunal europeo –que también afecta a las demandas presentadas por los otros dos eurodiputados de JxCAT y exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí– recalcaba que las autoridades nacionales del resto de países de la UE, en virtud del principio de cooperación leal, deben tener en cuenta la «suspensión del proceso penal y de la ejecución de las órdenes de detención europeas dirigidas contra los diputados» hasta resolver la prejudicial.
En este sentido, la Justicia europea considera que el episodio ocurrido en Cerdeña, cuando Puigdemont fue detenido en el aeropuerto y puesto en libertad con posterioridad «vienen a confirmar» que no hay riesgo de que un Estado miembro ejecute la euroorden mientras el proceso esté en suspenso, por lo que no existe un riesgo de perjuicio grave que exija devolverle la inmunidad.
El pasado julio el Tribunal europeo ya desestimó medidas cautelares solicitadas por los tres eurodiputados de JxCAT para recuperar sus respectivas inmunidades pese a los suplicatorios aprobados por la Eurocámara, pero dejó la puerta abierta a estudiar de nuevo medidas provisionales si más adelante veían su actividad de eurodiputados afectada.
Con el arresto durante unas horas de Puigdemont en Cerdeña a cuenta de la euroorden emitida por Llarena, la defensa de los tres políticos independentistas vieron espacio para volver a solicitar cautelares al considerar que la actuación de la Policía italiana dejaba en evidencia que seguía existiendo un riesgo de ser detenidos mientras la Justicia europea resolvía el caso de fondo.
Sin embargo, el vicepresidente del Tribunal General de la UE concluye que esos mismos hechos son los que prueban que no existe un riesgo de perjuicio «grave» puesto que Puigdemont fue puesto en libertad tras examinar el razonamiento de la Justicia europea en el primer auto de julio.
Con todo, el Tribunal europeo deja claro en su escrito que el hecho de que esté estudiando una cuestión prejudicial remitida por Llarena sobre el alcance de las euroórdenes supone que tales órdenes de detención y entrega están suspendidas en el conjunto de la Unión Europea, y no solo en Bélgica como defendió el magistrado del Supremo al pedir a Italia la entrega del expresidente catalán.
De este modo, confirmaba que el proceso penal «está suspendido» hasta que el Tribunal de Justicia se pronuncie sobre la petición de decisión prejudicial y precisa que esta suspensión se deriva directamente del planteamiento de dicha petición y «no necesita una decisión específica del Tribunal Supremo al respecto», del que dice que «estaba al corriente del efecto suspensivo».
Además, consideraba que Puigdemont y los exconsellers no han aportado nuevos argumentos que cuestionen sus conclusiones del primer auto dictado en julio respecto a que no es necesario devolverles la inmunidad, y ello a pesar de que «determinadas circunstancias» evocadas por su defensa «sustentan la posibilidad de que algunas autoridades nacionales no hayan extraído todas las consecuencias que conlleva el planteamiento de la petición de decisión prejudicial».
EL ESCRITO DE PUIGDEMONT
La defensa del expresidente de la Generalitat y de Ponsatí y Comín lanzó este lunes un escrito dirigido a Llarena en el que preguntaba si ha suspendido ya el procedimiento y por lo tanto también ha dejado en suspenso las órdenes de detención emitidas, habida cuenta que el vicepresidente del Tribunal General de la Unión Europea consideró este viernes que el proceso estaba «suspendido».
«Por medio del presente escrito venimos a interesar que, a los efectos legales oportunos, por el excelentísimo magistrado instructor de las presentes se nos informe sobre el estado del presente procedimiento penal, que el Vicepresidente del Tribunal General ha considerado suspendido de conformidad con lo previsto en el artículo 23 del Protocolo número 3 sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea», indican en un escrito de tres páginas.
Ahora, todo apunta a que desde el Supremo la respuesta que se dé a ese auto de la Justicia europea no arroje una respuesta satisfactoria para la defensa de Puigdemont. Si bien las fuentes jurídicas indican que la labor que se realiza desde el Alto Tribunal relativa al expresidente no conoce de prisas y por lo tanto se irán amoldando a cada situación según convenga.