La educadora Rosina Uriarte habla sobre la importancia de estimular el neurodesarrollo infantil

El neurodesarrollo infantil implica una serie de mecanismos necesarios, a través de los cuales el sistema nervioso de los niños genera respuestas en función a las situaciones que se van presentando en sus vidas.

Se trata de un aspecto que se puede trabajar para lograr una mejor estimulación temprana en los más pequeños. La especialista en estimulación temprana Rosina Uriarte enseña un método para estimular el neurodesarrollo infantil, en el que es necesario involucrar a la familia. Así, se logran las repeticiones de los ejercicios que sirven para dotar de mejores herramientas cognitivas a los niños.

La importancia de la participación de la familia en el neurodesarrollo infantil

Rosina Uriarte cuenta con un Máster en Neuropsicología y Educación y se ha dedicado, durante más de 2 décadas, a la orientación de padres y profesionales sobre técnicas y métodos de estimulación temprana para el desarrollo de bebés y niños. El neurodesarrollo infantil es un enfoque diferente en el área de la estimulación temprana que busca trabajar las causas y no los síntomas.

Una de las herramientas clave dentro de esta técnica es la repetición, la cual requiere que la familia se involucre. Un especialista puede trabajar con un niño 1 o 2 veces a la semana, pero es importante practicar ejercicios todos los días, por lo que las madres y los padres cuentan con un papel fundamental.

Según explica Rosina Uriarte, solo hay 2 formas mediante las que el cerebro guarda nueva información y crea nuevos circuitos. La primera se da a través de un estímulo de alto impacto. Un ejemplo es el de poner las manos en el fuego, los niños no necesitan hacerlo 2 veces para aprender que se queman.

El neurodesarrollo infantil no trabaja con estímulos que busquen el shock, sino con la repetición. Los estímulos que se reiteran una y otra vez crean nuevas estructuras neuronales. Por eso, se requiere una continuidad que solo es posible en el hogar, el lugar de confort del niño, y que es viable si la familia se involucra.

El caso de una niña que pudo desarrollarse cognitivamente a partir de la repetición

Un ejemplo que Rosina Uriarte explica es el de una niña rusa adoptada que presentaba dificultades en el aprendizaje y en las relaciones sociales, debido a que los infantes que viven en orfanatos no reciben la estimulación adecuada. Les falta el contacto físico con la madre y el padre, algo esencial en el desarrollo psicológico, emocional, inmunológico y físico.

Debido a esto, fue necesario que la pequeña recibiese dosis extra de estimulación táctil y propioceptiva (contacto) y que repasase etapas motrices como el gateo o el arrastrarse, momentos en los que se construyen las bases neurológicas previas a caminar. Para cumplir con esta tarea, el trabajo de la familia es esencial.

Los profesionales o padres que busquen aplicar los métodos del neurodesarrollo infantil necesitan involucrar a las familias en el proceso y contar con el apoyo de una especialista como Rosina Uriarte.