El Papa viaja a Grecia y Chipre para tocar las «llagas» de la inmigración en Europa

El Papa ha asegurado a bordo del avión papal que con su viaje a Grecia y Chipre tocará «las llagas» de la inmigración en Europa, según informan medios italianos.

«Emprendemos este viaje bonito, pero donde tocaremos las llagas… Espero que podamos recoger los mensajes que nos mandarán», ha señalado Francisco en el avión que ya ha aterrizado en Larnaca, la capital administrativa de Chipre, una isla dividida por un muro que separa el sur de la república del norte, reconocida sólo por Turquía.

Después viajará a Grecia donde visitará Atenas y Lesbos, enclave donde ya estuvo en 2016, con el objetivo de pedir que se activen más corredores humanitarios por parte de la comunidad internacional. Se trata del tercer viaje internacional del año y el número 55 de su Pontificado.

Durante el vuelo, un periodista ha entregado al Papa un cuadro realizado con lonas de las tiendas de los inmigrantes que esperan en Calais para atravesar el Canal de la Mancha en el que hay un nombre escrito, Alessandra, una bebé fallecida en el camino. Otro de ellos le ha entregado un pequeño peluche recogido por un voluntario en la playa la Skala de Lesbos en 2016, según informan en sus redes sociales los propios informadores que acompañan al Pontífice en este viaje.

En su mensaje, al presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, remitido como es habitual al abandonar el país, Francisco se ha definido como «peregrino anhelante de antiguas fuentes» que viaja a Chipre y Grecia con el «vivo deseo» de encontrarse con sus hermanos en la fe y con la población local.

Al bajar del avión, el Papa ha sido acogido por el nuncio apostólico y el jefe de Protocolo para saludarlo y al bajar la escalinata, lo ha recibido el presidente de la Cámara de Diputados de Chipre y, junto a él, tres niños con trajes tradicionales le ofrecen flores. También ha sido recibido por representantes de diversos sectores de la sociedad.

El Pontífice tiene previsto visitar la Catedral Maronita de Nuestra Señora de las Gracias, en Nicosia, para encontrarse con los sacerdotes, religiosos, diáconos, catequistas, asociaciones y movimientos eclesiales de Chipre.