Ha vuelto a bajar el paro y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no ha tardado ni dos minutos en presumir de la presunta buena gestión del Gobierno. Concretamente, hay 74.381 desempleados menos, o lo que es lo mismo, el porcentaje de paro ha bajado en un 2,3%. Sin embargo, estas buenas cifras hacen que los moderados del PSOE se teman lo peor en referencia a la derogación íntegra de la reforma laboral de Mariano Rajoy. Para estos moderados, que las cifras de empleo mejoren mes a mes tras la pandemia es, en parte, porque la reforma laboral de Mariano Rajoy funciona dado que quita el miedo a las empresas a contratar. La guerra interna del Gobierno por qué hacer con la reforma laboral sigue activa y los datos del paro parecen dar la razón, o así lo entienden, a los seguidores de Nadia Calviño.
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo INEM) bajó en 74.381 desempleados en noviembre (-2,3%), su mejor dato en este mes en la serie histórica comparable, que arranca en 1996, según datos publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Estos datos han hecho que el Gobierno saque el confeti para celebrar que la recuperación está siendo sólida y justa, independientemente de que el IPC se haya disparado un 5% empujado por el precio de la energía. Sea como sea, esta celebración ha acabado con un cruce de mensajes a nivel interno en el PSOE en el que los moderados se sienten reforzados.
La idea que tienen los «calviñistas» es que la reforma laboral de Mariano Rajoy tiene cosas buenas. Una afirmación que desde Unidas Podemos consideran herejía. Que haya un descenso continuado del paro desde hace meses es una buena noticia dado que al menos la recuperación económica pronosticada por el Gobierno y por Europa o la OCDE seguirá su curso. Pero el problema es que cambiar las reglas del juego podría suponer un frenazo a la creación de empleo, o eso es lo que consideran desde algunos sectores del PSOE (los «calviñistas»).
No es ni mucho menos que el PSOE no esté de acuerdo con derogar algunos aspectos de la reforma laboral, sino que creen que ese eslogan que añade la palabra «íntegra» con calzador al concepto «derogación» no aportará buenos datos a esta evolución tan positiva del paro. Al menos la ministra no se atreve a tocar la indemnización por despido improcedente, una de las cláusulas más llamativas de la reforma laboral dado que bajaron significativamente los días por año trabajado. En cualquier caso, los cruces de Whatsapp en algunas secciones del PSOE, especialmente en el ministerio que gestiona Nadia Calviño, dejan claro que no es el momento clave para cambiar las normas del juego.
Los niveles prepandemia están aquí en cuanto al paro se refiere (no en cuanto al precio o coste de la vida). Pero esta recuperación se debe en parte a que los empresarios contratan personal. Los moderados del PSOE entienden que no es el momento de hacer más difícil la contratación añadiendo trabas a la futura incertidumbre. El argumento de los seguidores de Calviño se centra en decir que aumentar los derechos laborales de los trabajadores no puede ser a coste de trabas a la flexibilidad del mercado. Vamos, que si el empresario no teme que si vienen mal dadas no podrá reaccionar el paro seguirá bajando. Y la derogación de la reforma laboral, para los dirigentes del PSOE moderados, debe respetar esa afirmación en todo su esplendor.
Podemos sigue en sus trece y asegura que presionarán para derogar la reforma laboral de forma íntegra porque es uno de sus hitos electorales. Quieren vender que fueron ellos quienes cambiaron las tornas y quienes dieron marcha atrás con los cambios tan criticados que impuso Mariano Rajoy en el año 2012. El PSOE, por su parte, está dividido. El área más progresista ve con buenos ojos dejar a Yolanda liderar el cambio sin contrapesos. Pero el área de Nadia Calviño y el de José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social y Migraciones, entienden que se debe tocar de forma testimonial dado que parece que funciona. Si no, que miren los datos del paro.
El departamento que dirige Yolanda Díaz ha destacado además que, con la caída de noviembre, el desempleo suma un récord de nueve meses consecutivos de descensos, acumulando en ese periodo una reducción de 826.102 parados. Con el descenso de noviembre, el volumen total de parados alcanzó al finalizar el mes la cifra de 3.182.687 desempleados, su menor cifra en un mes de noviembre desde 2008 e inferior en 63.360 parados respecto a febrero de 2020, justo antes de declararse la pandemia del Covid.
El dato de paro de noviembre, al igual que ocurrió en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.