Page presume de Estatuto de Castilla-La Mancha en su 40 aniversario

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presumido de Comunidad Autónoma y de Estatuto en el acto conmemorativo de la aprobación preliminar de la Carta Maga regional hace hoy 40 años, al tiempo que ha avisado a comunidades históricas y a movimientos regionalistas o independentistas que ahora hay más gente del lado del Estado para «agarrar la cuerda» y hacer frente a las «tensiones territoriales».

Durante su discurso en el acto, que ha regresado 40 años después a Alarcón, localidad conquense que alumbró el primer texto estatutaria de la Comunidad Autónoma, ha reparado en que en su día la autonomía podría «no haber existido», a lo que ha sumado que incluso hoy en día hay «revisionistas que creen que las autonomías son un problema».

En este punto, se ha preguntado qué hubiera pasado si sólo Cataluña, Galicia, País Vasco o Navarra tuvieran autonomía, asegurando que no hubiera redundado en una menor tensión territorial. «Los que tiran de la cuerda de España han tirado siempre, pero ahora somos más agarrando la cuerda, sujetándola», ha abundado.

Ahora en España, ha dicho, se estila el «café para todos», y si se juntan diez en la mesa, «hacen falta diez cafés distintos». Por ello, ha defendido que el papel de Castilla-La Mancha en 40 años ha sido el de «una mejora de nosotros mismos en beneficio claro de una consolidación del proyecto de España».

LA «PARADOJA» DEL DÍA DE LA DISCAPACIDAD

García-Page ha hecho alusión a que este mismo viernes se celebra el Día de la Discapacidad, una «paradoja» que le ha llevado a reflexionar al respecto de que este sector «ha visto cómo en estos 40 años les ha mejorado mucho el contexto vital».

Desde que la autonomía asumió la capacidad de «señalar objetivos, marcar prioridades y acercar la política a la gente», no le había ido tan bien a este colectivo, según ha dicho el presidente autonómico.

«SIN COMPLEJOS, SIN DISCUSIÓN»

Cuarenta años de una Comunidad Autónoma que «no tiene ningún complejo» ni «ninguna discusión histórica», como tampoco tiene «ningún problema de identidad».

El comienzo de la autonomía no arranca hace 40 años, ya que según García-Page arranca en 1978 con la Constitución, que se quedará «mucho rato». «No contemplo alternativa ninguna. Se pueden contemplar adaptaciones, pero no me cabe en la cabeza una alternativa global a esta convivencia».

Aunque «todos los días se pone el acento en aquello que no funciona» dentro de la Constitución, hay «muchísimo» que sí funciona. En 40 años de Constitución, ha habido una parte «sustancial» de cambio en la región que ha ido «en paralelo» a España.

La etapa constitucional ha sido la de «mayor calidad de vida» para la región, tal y como ha defendido García-Page, quien ha hablado en este punto el papel de las diputaciones provinciales, que propician el «equilibrio» entre administraciones.

De las cinco provincias que forman la región, pero que «podrían haber terminado en otro mapa», ninguna de ellas «ha visto en su vida años de crecimiento, de mejora, de avance, de modernización, como desde que hay Constitución y hay autonomía».

En todo caso, a la región «le hubiera ido muy bien sólo con la Constitución», pero con el Estatuto ha ido «mucho mejor». Entre todo lo sucedido en las últimas cuatro décadas, García-Page ha querido poner en valor el trabajo conjunto de todos los sectores, desde los económicos hasta los culturales, entidades que «piensan y se organizan desde una mentalidad regional», algo «difícil de conseguir en los primeros años».