Cantabria espera que el rechazo a la protección del lobo haga reflexionar al Ministerio

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco, espera que el rechazo de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad hacia el borrador de la Estrategia Estatal para la Convivencia de las Actividades en el Medio Rural con el Lobo y su Conservación haga reflexionar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) sobre la protección de esta especie, aunque ha puesto en duda que lo haga.

«Ojalá sirva para que el Ministerio reflexione, aunque mucho dudamos que la ministra, Teresa Ribera, y su equipo sean capaces de ver mas allá que los intereses políticos a corto plazo», ha sentenciado Blanco.

En declaraciones remitidas a los medios tras conocerse el rechazo de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural al borrador elaborado por el MITERD, el consejero cántabro ha indicado que esta decisión es «una demostración de que no se puede avasallar a las comunidades, de que no se puede funcionar así».

Y es que, como ha recordado, «la mayoría del Estado» rechaza «la dinámica en la que se ha metido el Ministerio», que «sigue el camino marcado por una asociación ecologista», pues la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres de Especial Protección (Lespre) se impulsó a petición de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL).

Sin embargo, cuenta con la oposición de las cuatro comunidades que albergan la mayoría de los lobos de España –Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León– y de otras cinco que han decidido apoyar a las primeras.

Así, Blanco ha reiterado que el MITERD actúa «en contra del criterio» de las comunidades loberas y de la mayoría del Estado. Por ello, «nuestra pelea sigue siendo ya en el ámbito judicial –en la Audiencia Nacional–, dado que el dialogo con este Ministerio no da ninguna resultado», ha sentenciado.

Por último, ha lamentado que es «la primera vez» en los años de gestión compartida de la biodiversidad entre las comunidades autónomas y el Ministerio que éste «ha querido probar algo tomando ya un camino sin consenso». «Esta insólita decisión no puede salir adelante», ha concluido.