La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha resaltado que la nueva Ley Antitabaco en la que está trabajando el Ministerio de Sanidad está justificada por el «incremento del consumo de tabaco» en la sociedad española.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario de este viernes, Rodríguez se ha referido al ‘Plan de Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025’, que el Ministerio ha enviado a las sociedades científicas y comunidades autónomas para que realicen sus aportaciones.
Entre otras medidas, el borrador propone «antes del año 2023» incrementar los impuestos de los cigarrillos y sus derivados, aumentar los lugares libres de humo para que no se pueda fumar en los coches o fijar un empaquetado genérico en las cajetillas.
La portavoz ha apuntado que este documento «forma parte de unos trabajos técnicos» del Ministerio. Muestran la preocupación por la Salud Pública del Gobierno, por el incremento del consumo de tabaco y su afectación sobre la salud», ha explicado.
Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,4 por ciento de mujeres y un 23,3 por ciento de hombres fuman a diario. El porcentaje más alto en los hombres corresponde al grupo de edad de 25 a 34 años y en las mujeres al grupo de 45 a 54 años.
La población que fuma diariamente se concentra en las edades de 25 a 64 años, con porcentajes en torno al 30 por ciento en los hombres y al 20 por ciento en las mujeres. A partir de los 65 años disminuye la población fumadora diaria, aunque en mayor medida para las mujeres.
LA NUEVA LEY
El objetivo de esta nueva Ley Antitabaco, sin actualizar desde 2010, es que España alcance la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de conseguir «una reducción relativa al 30 por ciento en el consumo de tabaco para el año 2025», frente a los datos que se tenían en 2010.
En suma, Sanidad apuesta por conseguir bajar en un tercio en 2030 la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT), como patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria crónica, junto con reducir las tasa de fumadores diarios un 5 por ciento para 2040, especialmente en los jóvenes de 14 a 18 años, donde se pretende llegar hasta el 7 por ciento.
En el caso de los jóvenes de 15 a 24 años, el objetivo es reducir su consumo en un 20 por ciento. «Es factible siempre y cuando se pongan en marcha cuanto antes las medidas recogidas en este plan integral que supondrán la base de la política nacional sobre tabaquismo», explica el documento.