Los Reyes trasladan su pésame a la hija de la actriz Verónica Forqué

Los Reyes Felipe VI y Letizia han enviado este miércoles un telegrama de pésame a María Forqué, la hija de la actriz Verónica Forqué, fallecida este lunes a los 66 años tras ser hallada muerta en su domicilio de Madrid este lunes, han informado fuentes de Casa Real.

Durante la jornada, actores, políticos y ciudadanos han acudido al Teatro Español, donde se ha instalado la capilla ardiente de Verónica Forqué, para dar su último adiós a la intérprete. El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha recordado de ella «la sonrisa y la vitalidad». «Quedará como testimonio de buen hacer y de toda una época», ha asegurado en declaraciones a los medios, ante los que ha reconocido sentir «mucha tristeza».

La representación política de la Comunidad de Madrid ha estado liderada por la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, quien ha destacado su «calidad como actriz y especialmente como persona» y ha aseverado que Madrid «ha perdido mucho» con su fallecimiento.

«Normalmente no nos manifestamos mucho en este tipo de situaciones desde el Gobierno, pero bueno estoy aquí a título personal y representando a la Comunidad de Madrid», ha destacado la dirigente autonómica, quien lamenta «mucho» el fallecimiento de Forqué, quien «siempre fue cariñosísima, muy sensible y amable» con ella.

Por su parte, el director, guionista, productor de cine y presidente de la Academia de Cine de España, Mariano Barroso, ha destacado que Forqué era «una referencia para todos». «Siempre se dice eso de que el mejor payaso es el payaso triste, fíjate todo el dolor que escondía Verónica y quizás por eso sus trabajos tenían esa dimensión extraordinaria y se han quedado tanto en el corazón de la gente», ha rememorado, sin olvidar «la carga de emociones y de dolor que ocultaba y escondía».

«Aquí estamos dando el cariño y el agradecimiento por todos sus trabajos y el amor de todos sus compañeros. Agradecidos por su talento descomunal y entrega absoluta. Trabajaba con todas sus armas que son la emoción, su cuerpo, su palabra. Y ahora está en un sitio en el que nadie le puede hacer daño», ha concluido.