El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, ha apelado este sábado a los jóvenes andaluces, para que confíen «en el partido de los cambios, en el partido de las transformaciones» que realmente necesitan, como las ya promovidas por los socialistas históricamente, y que no les dará el actual gobierno regional de PP y Cs.
En este sentido y durante su intervención en Baena (Córdoba) en la inauguración del 15 Congreso Provincial del PSOE de Córdoba, del que saldrá la nueva ejecutiva provincial ya liderada por la también nueva secretaria general de los socialistas cordobeses, Rafi Crespín, cuya labor en la organización del cónclave ha alabado, Espadas ha avanzado que ahora, desde la oposición, el PSOE-A demandará del Ejecutivo andaluz «lo que es el futuro para esta tierra».
Así y según ha argumentado, «esta tierra necesita industria» y «transformaciones» en los ámbitos de «las energías renovables», lo mismo que «en la agroindustria, en la innovación tecnológica, es decir, necesita ver proyectos de futuro para los jóvenes», que constituyen, según ha subrayado, «el elemento más importante de la estrategia política del PSOE de Andalucía en estas próximas elecciones».
Ello es así, según ha explicado Espadas, «porque no es un colectivo», sino que «es el futuro de Andalucía» y, por eso, «no podemos aguantar una tasa desempleo juvenil del 50 por ciento casi, sin ser capaces de hacer cambios profundos, como los que se están llevando a cabo gracias a decisiones del Gobierno de España», siendo ejemplo de ello la «Ley de Formación Profesional, que puede ser el revulsivo que necesitamos en Andalucía, pero hace falta un gobierno socialista para aplicarla».
Espadas, quien también ha agradecido «el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio» del presidente de la Diputación de Córdoba y hasta ahora secretario general del PSOE en dicha provincia, Antonio Ruiz, ha aclarado que los socialistas deben volver a gobernar en Andalucía, «porque hacen falta recursos, inversiones y presupuesto de esta Junta de Andalucía» para que «los jóvenes, de una vez por todas, puedan ejercer su derecho a esa primera oportunidad laboral».
Por ello, Espadas, cuyo «sueño» es ser el primer «alcalde presidente de la Junta de Andalucía», lo cual espera lograr recuperando para el PSOE-A la confianza de los andaluces a través de las políticas que aplican los socialistas en los ayuntamientos, quiere ser también «el presidente de Andalucía que garantice a los jóvenes esa primera oportunidad laboral».
Ese es su «compromiso con los jóvenes», que llevará a la práctica «con la iniciativa privada, con las empresas y con los autónomos», porque «los gobiernos tenemos que ser capaces de volver a generar un sistema que, como hicimos con la salud, con la educación, con la dependencia, de volver a construir miles de sólidos para apoyar, para orientar, para formar y para acabar casando esa oferta con esa demanda laboral».
«Los jóvenes –ha proseguido– necesitan respuestas, compromisos y cambios de modelo», y «el partido de los cambios, el partido de las transformaciones, el partido de la voluntad ferrea por hacer las cosas bien» es el PSOE, por lo que ha emplazado a los militantes socialistas a «trabajar y trabajar para ganar» las próximas elecciones autonómicas y recuperar el Gobierno de la Junta de Andalucía.
En ese sentido, Espadas, quien ha pedido y logrado un aplauso para la vicepresidenta Nadia Calviño, la que ha definido como un ejemplo de «compromiso, que sabe cuáles son las prioridades y dar la cara frente a las palabras necias de algunos», ha resaltado que lo que se precisa para ganar las próximas elecciones andaluzas es «el valor de la unidad», que ayuda a «generar la confianza de los ciudadanos» en el PSOE-A y que «es lo que se está imponiendo hoy en Córdoba».
Por otro lado, el líder del PSOE andaluz se ha referido a que la «ceguera» del PP en el ámbito de la Dependencia llevará a que haya residencias que «no aguantarán en 2022», añadiendo también, por otra parte, que los socialistas seguirán «dando la cara por los familiares y amigos» de quienes aún permanecen enterrados en cunetas de Andalucía, y a los que «la derecha y la ultraderecha no respetan».
