La delegada del Gobierno en Madrid será la candidata a las elecciones municipales de la capital. Mercedes González lo sabe desde hace meses, pero con la victoria de Juan Lobato, el flamante secretario general del PSOE de Madrid, le quedó claro que ella sería la que se presentaría contra el alcalde José Luis Martínez Almeida en los comicios de mayo de 2023. Sin embargo, fuentes solventes del PSOE aseguran que pese a que el entorno de González insiste en que ella será candidata por decisión de Lobato, Moncloa tendrá la última palabra. La buena relación entre Pedro Sánchez y Mercedes González ha engrasado la primera decisión interna de Lobato, pero desde Ferraz avisan: con la Comunidad de Madrid no tendrá voto, aunque sí voz para elegir a la candidata que venga.
Pedro Sánchez es un «killer«. Esta definición se escucha cada vez que se bucea dentro del partido. Todos coinciden en que el presidente del Ejecutivo no tiene miramientos a la hora de socavar la autoridad de cualquier dirigente socialista. Y más si esa persona está pisando el territorio que Sánchez considera que es suyo. En este caso, el presidente del Gobierno ha dejado claro a su entorno que, pese a que aún no se haya tomado ninguna decisión, él decidirá quién será la candidata para la Comunidad de Madrid. Es cierto que desde Ferraz deslizan que el PSOE de Madrid es una delegación territorial hundida con poco recorrido que suscita poco interés al aparato del partido dado que hasta Más Madrid les ha adelantado por la derecha en las elecciones (tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad); pero también lo es que el presidente no quiere dejar en manos de Lobato la elección del candidato o la candidata que vaya a los comicios autonómicos. Entre otras cosas porque son conscientes de que si le dan carta blanca será él quien se presente.
Con Mercedes González ha habido una excepción porque tiene una relación muy buena con el presidente. La que será llamada a batirse con Almeida es bien vista desde Moncloa y en este caso han coincidido tanto Sánchez como Lobato a la hora de proponerla como candidata. Ferraz ve con buenos ojos la decisión de Lobato y no se entrometerá. Sin embargo, desde Génova avisan: no pasará lo mismo con la Comunidad de Madrid dado que el presidente ya tiene planes para esas listas y para esa candidatura.
Lobato tendrá voz, pero no voto. Y aunque tenga buenos argumentos, Sánchez no parece dispuesto a escuchar sugerencias sobre otros candidatos. La idea inicial que sopesa el presidente del Gobierno es la de colocar a la ministra de Justicia, Pilar Llop, como candidata en la Comunidad de Madrid, pero esto aún no es algo seguro. Hace meses, antes de los comicios del 4 de mayo, el líder socialista intentó que fuera la ministra de Defensa, Margarita Robles, como cabeza de lista; pero la resistencia de la magistrada a bajar a los infiernos autonómicos fue suficiente como para que Sánchez dejara a Ángel Gabilondo y le quemara políticamente. La evidencia que confirman fuentes de Ferraz es que Sánchez quiere un golpe de efecto en Madrid y quiere traer como candidata a una ministra o a una cara bien conocida. Y por supuesto, tiene que ser mujer dado que no contemplan que el PSOE presente un candidato hombre en una Asamblea donde las cabezas de lista son todas mujeres.
Lobato deslizó en su momento que él estaba dispuesto a ser el candidato para la Comunidad de Madrid, pero desde Ferraz ni se molestaron en contestarle. Moncloa tiene absolutamente claro que quien se presente será decisión personal y directa del presidente del Gobierno. No habrá intermediarios de ninguna clase. Con Mercedes, Sánchez coincidió con el criterio de Lobato, pero en la Comunidad de Madrid no están de acuerdo. Sobre la composición de las listas, el flamante secretario general del PSOE de la capital tendrá algo que decir (aunque tampoco mucho), pero sobre los primeros puestos, no.
Para Ferraz, la delegación del partido en la capital es un problema para la formación
Ya hubo problemas en abril con la composición de las listas porque Iván Redondo, entonces jefe de gabinete de Presidencia del Gobierno, tomó el control de la composición de las mismas y no dejó que Gabilondo ni nadie del PSOE de Madrid decidiera el número en el que irían los socialistas. Para Ferraz, la delegación del partido en la capital es un problema para la formación. De hecho, consideran que no ha conseguido hacer mella en la capital nunca dado que tanto el Ayuntamiento como la capital siempre ha sido un cortijo del PP a excepción de la «etapa Carmena», que tampoco habla muy bien de la estrategia socialista.
Lobato ha ganado las primarias pero no le dejarán tomar las grandes decisiones. En Ferraz aseguran que sobre los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid no tomarán decisiones ni se entrometerán. Pero sobre la Comunidad y sobre el Ayuntamiento sí. Lobato tiene buenas y grandes ideas, pero no podrá aplicarlas por la obsesión de Moncloa de controlarlo todo. Ya lo hicieron en las anteriores elecciones con desastrosos resultados. En 2019, el PSOE se hundió en Madrid. Y en 2021 en la Comunidad de Madrid. Y todas esas campañas fueron teledirigidas por Moncloa y por Redondo.