La Mesa del Congreso ha rechazado este martes la petición de Unidas Podemos de que se sancionara a dos diputados de Vox a los que acusa de boicotear la semana pasada un acto organizado por el grupo confederal, y en el que hicieron sonar los himnos de la Policía y la Guardia Civil. La negativa a tomar medidas ante este sabotaje ha llevado al portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, a acusar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de «proteger a la ultraderecha».
El acto boicoteado por Vox era una mesa redonda para respaldar a los jóvenes de Zaragoza condenados por atentado a la autoridad, en los incidentes acaecidos en 2019 tras una manifestación contra un mitin de la formación que dirige Santiago Abascal.
En concreto, Unidas Podemos planteó que se impusieran sanciones a los diputados de Vox Manuel Mariscal y Luis Gestoso, pero sus socios socialistas no han respaldado la solicitud. El portavoz del Grupo Socialista, Héctor Gómez, ha rehusado comentar las deliberaciones de la Mesa sobre este particular.
Pero, en rueda de prensa, Echenique ha señalado directamente a Batet. Según ha explicado, tras hablar este martes con Gómez él se quedó con la sensación de que el PSOE era «receptivo» a su propuesta de sanción y ha sido la presidenta la que ha «liderado» la decisión de no tomar medida alguna.
AHORA SE SENTIRÁN IMPUNES
«Es duro decirlo, pero se ha puesto del lado de Vox, ha protegido a la ultraderecha y no ha cumplido con la que debe ser su principal función: proteger la dignidad de la Cámara», ha denunciado Echenique, para quien con esto se sienta un «precedente muy peligroso». «Se envía a la ultraderecha un mensaje de impunidad y seguramente veremos cómo vayan a más», ha advertido, alertando de que quizá el próximo sabotaje lo sufra el PSOE.
Según han informado fuentes parlamentarias, Batet ha tomado la palabra en la reunión de la Mesa para censurar expresamente actitudes como la de Vox y exigir un compromiso de los miembros de la Mesa de que no se volverán a repetir.
La presidenta ha subrayado que es «inadmisible» que se interrumpan actos organizados por los grupos en el recinto parlamentario y que no se pueden permitir actuaciones que supongan «injerencia» en eventos que tengan lugar en la Cámara.
En este contexto, ha pedido a los miembros de la Mesa que velen por el respeto mutuo y también hacia las decisiones institucionales y y todos ellos se ha comprometido a actuar en consecuencia.
En concreto, según Unidas Podemos, los diputados de Vox deberían haber sido sancionados en aplicación del artículo 106 del Reglamento del Congreso por haber atentado contra la «dignidad» de la institución en un acto «sin precedentes». Este artículo prevé que los diputados que promuevan desórdenes graves puedan ser suspendidos durante un mes por la Presidencia.
VOX AVISÓ DE PREVARICACIÓN
Durante la reunión de Mesa del Congreso de este martes, el vicepresidente cuarto y diputado de Vox, Ignacio Gil Lázaro, ha tachado de «ociosa» la petición de sanción de Unidas Podemos puesto que, a su juicio, su actuación no tiene cabida en el Reglamento de la Cámara.
Es más, ha llegado a avisar de que aprobar cualquier tipo de medida en la línea de que demandaba Unidas Podemos sería adoptar una «decisión injusta a sabiendas», es decir, que sus compañeros de la mesa incurrirían en prevaricación si llegaran a estimar la «chusca pretensión infundada» del grupo confederal.