El pleno de Las Cortes de Valencia ha dado luz verde este miércoles a los presupuestos de la Generalitat para 2022 y a la ley de acompañamiento tras semanas intensas de debate, con los votos a favor de los grupos del Botànic (PSPV-Compromís-Unides Podem) y el rechazo de la oposición. PP y Vox han vuelto a negar su apoyo, mientras Cs ha pasado de abstenerse el año pasado a dar su ‘no’.
Las séptimas cuentas del Botànic se presentaron por primera vez fuera de plazo, aunque finalmente se ajustó el calendario para que se aprobaran antes de 2022. Ascienden a 27.967 millones, un 9,1% más y las más altas en la historia de la Generalitat, e incluyen dos partidas «reivindicativas»: la habitual de 1.336 millones por la infrafinanciación autonómica y un nuevo «fondo de transición a la nueva normalidad» de mil millones.
Entre aplausos de los tres grupos, la votación ha acabado con un abrazo entre el ‘president’ y la vicepresidenta de la Generalitat, Ximo Puig y Mónica Oltra. Tanto los presupuestos como la ley de acompañamiento o medidas fiscales han salido adelante en una sesión de cuatro horas, tras no prosperar hace unas semanas las tres enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición y superar algunas de las discrepancias entre los socios del Botànic.
Una de ellas, la reticencia del PSPV a implantar la tasa turística en la Comunitat como pedían Compromís y Unides Podem, se superó este pasado martes al cerrar los tres grupos un acuerdo para presentarla como proposición de ley antes de marzo, tras consensuarla con el sector y con los ayuntamientos. Este impuesto será de carácter voluntario y municipal y contará con excepciones.
Otra de las propuestas que generó polémica, e incluso dos dimisiones de ginecólogas, fue la enmienda conjunta de los socios para incluir el concepto de violencia obstétrica -conductas médicas que por acción u omisión atentan contra las embarazadas- en la ley autonómica de violencia sobre las mujeres. Finalmente rectificaron y se incorporará a la ley valenciana de salud de 2014.
Y hasta el último día se han mantenido las dos enmiendas presentadas por los socios sobre el presupuesto de À Punt y el destinado al sector audiovisual. Compromís se ha sumado a la de UP para reforzar con cinco millones el gasto en personal de la corporación, pero la negativa del PSPV ha impedido que saliera adelante a diferencia de la conjunta PSPV-Compromís de destinar 12 millones a las productoras para contenidos de nueva creación.
Por otro lado, el grupo socialista decidió retirar sus cuatro enmiendas en solitario a los presupuestos para destinar 57.000 euros a varias iniciativas relacionadas con el mundo taurino, unas propuestas de las que se desmarcaron sus socios.
En el grueso de los presupuestos sobresale el aumento para la Conselleria de Arquitectura Bioclimática, la que más crece (+72,5%) hasta 357,5 millones, mientras la de Sanidad Universal concentra la mayor parte del dinero con 7.837,7 millones. También destaca la cifra récord de 7.500 millones para gasto en personal, hasta el 88% para Sanidad y Educación.
La ley de acompañamiento, por su parte, incluye una serie de deducciones fiscales para aligerar las cargas familiares y garantizar el derecho a la vivienda, además de reducir los requisitos para la implantación de energías renovables. Además, aumenta el número de habitantes para que un municipio se considere en riesgo de despoblación y amplía de 4 a 7 años la autorización de las zonas de gran afluencia turística (ZGAT).