Robles le cuela un «margarito» a Pilar Llop en Justicia para controlar el ministerio

La ministra de Defensa, Margarita Robles, mantiene su política de trufar todo órgano institucional relacionado con la Justicia con personas leales a su causa. Los «margaritos» son una legión de personas afines a la ministra de Defensa que tienen como única función laboral la de obedecer las órdenes de la magistrada. El margarito por excelencia es Juan José García de la Cruz, jefe de gabinete de Robles que ha ascendido únicamente por el arte de endulzar el oído de la titular de Defensa, tal y como cuentan quienes le conocen y han trabajado con él (dado que no tiene ninguna experiencia ni en gestión pública ni en nada relacionado con las Fueras Armadas). Sin embargo, Robles ha conseguido colar a uno de sus «margaritos» más radicales en el Ministerio de Justicia. Se trata de Manuel Olmedo Palacios, flamante secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público. Y es el torpedo que Robles le ha metido a Llop para tener controlado lo que pasa en su ministerio.

Olmedo es un reconocido «margarito» que ha conseguido entrar en calidad de «espía», según relatan algunas fuentes, en el Ministerio de Justicia. Algunos aseguran que este secretario es uno de los margaritos más «radicales» con los que cuenta la ministra. La presencia de este letrado en las dependencias de Llop incomoda a más de uno porque saben cómo se las gasta la ministra de Defensa (y más en estos momentos, que está pendiente de su futuro laboral dado que entiende que no va a renovar). El hecho de que Olmedo haya acabado como secretario en Justicia es una muestra más de cómo endulzar el oído de la ministra puede acabar materializado en un puesto de trabajo notable con un buen sueldo. Eso sí, siempre que se mantenga la lealtad. Los pasos de Olmedo y su entrada en el Gobierno es una muestra de confianza de Robles. A cambio, tendrá que mantener informada a la ministra de cualquier paso que se dé, especialmente en relación a la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

Olmedo se convirtió en «margarito» en su paso por el CGPJ

Olmedo se convirtió en «margarito» en su paso por el CGPJ. Ahí la conoció y ahí se sumó a su grupo de fieles. Entre 2009 y 2015 fue un miembro más de los grupos de trabajo para la reforma del acceso a las carreras judicial y fiscal, ha sido magistrado de Adscripción Territorial del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, destinado en los Juzgados de lo Penal de Móstoles y letrado del Consejo General del Poder Judicial responsable de la Selección de jueces, fiscales y magistrados en España, momento en el que conoció a Robles y a su grupo de «margaritos» al que se convirtió sin miramientos. Desde entonces mantuvo alejado de la administración hasta que ahora se ha colado en Justicia en calidad de secretario general de un ministerio. Algunos aseguran que es un torpedo de Robles para controlar un ministerio importante para ella. Y para otros, simplemente es una recomendación que Robles le ha dado a Llop.

Es importante recordar que Llop no tiene un equipo montado directamente por ella. La ministra de Justicia ha heredado un ministerio ya montado por el exministro Juan Carlos Campo con muy malos resultados para el Gobierno. La administración montada por el magistrado Campo no consiguió mantener bien informado al equipo personal de Pedro Sánchez en cuestiones clave del mundo judicial como la renovación del CGPJ. Y desde que llegó Llop, nadie le ha dejado hacer cambios profundos en un ministerio que no funciona del todo bien (pues el ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños, ejerce a la vez de ministro de Justicia para tratar temas como la renovación del Consejo con el PP).

La llegada de Olmedo a Justicia es un jarro de agua fría a la gestión de Llop porque indica que Robles ha tenido más capacidad para hacer nuevos nombramientos en este ministerio que la propia Llop. El problema es que, en este caso, Moncloa ha obedecido más a Robles, una ministra que no renovará en el Gobierno si Sánchez gana las elecciones y consigue gobernar, que a la propia Llop y ha accedido a meter un conocido «margarito» en las dependencias de Llop. Mala noticia para la ministra de Justicia dado que conoce de sobra cómo funcionan los leales a Robles. Y no suelen seguir a nadie que no sea su «amada» ministra.

hay muchas voces que denuncian cómo la ministra se ha preocupado por asegurarse su futuro

Este nombramiento responde a una estrategia iniciada por Robles desde que consiguió tocar moqueta en el Gobierno que consiste en colocar a los suyos en puestos clave para mantener una omnipresencia dentro del Gobierno y de las administraciones públicas. Hasta el momento, hay muchas voces que denuncian cómo la ministra se ha preocupado más por asegurarse su futuro laboral colocando a «margaritos» en órganos que van desde el Tribunal de Cuentas hasta el Ministerio de Justicia. Olmedo es uno más, pero esto no acabará aquí, tal y como aseguran fuentes del Ejecutivo que conocen bien a Robles.

EL MARGARITO FIEL Y EL TRIBUNAL DE CUENTAS

A muchos sorprendió en el Ministerio de Defensa el nombramiento de Juan José García de la Cruz como nuevo jefe de gabinete de Margarita Robles. Que quien antes ejercía de simple asesor de la ministra, quien se lo llevó del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por «su arte de endulzar el oído», tal y como detallan quienes le conocen, ascendiera a un puesto tan relevante ha llamado la atención en el ministerio, especialmente de los militares. Fuentes de Defensa relatan que todo este baile de puestos tienen un claro objetivo teledirigido por Robles: tener manos, ojos y oídos en el Tribunal de Cuentas dado que la ministra de Defensa está obsesionada con su jubilación y con el hecho de que no sabe aún dónde recaerá pese a que tiene la seguridad de que no se mantendrá al frente del ministerio cuando acabe la legislatura. El exjefe de gabinete de Robles, Diego Íñiguez, se ha marchado al Tribunal de Cuentas. Y el nuevo tiene a su pareja como consejea en el mismo Tribunal. No es casualidad, según quienes conocen a la ministra.

Margarita Robles hizo mella en el Consejo General del Poder Judicial. Tiene aún mucho control en la sede de los jueces y una serie de acólitos llamados «margaritos» que están dispuestos a hacer lo que sea necesario por su ministra. Es de ahí de donde Robles ha sacado a su equipo ue ahora trufa el Ministerio de Defensa. De hecho, Juan José García de la Cruz, sociólogo de profesión, se convirtió en un radical «margarito» durante su paso por el Consejo General del Poder Judicial cuando ejercía de jefe de sección de Estudios Sociológicos, cargo en el que estuvo durante diez años en los que se acercó mucho a Robles y tiempo que le valió a la titular de Defensa para conocer las dotes de García. Dotes que le llevaron a asesor primero y a jefe de gabinete ahora.