Illa avisa de que la amnistía y la autodeterminación «no son el camino» ni son factibles

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, considera que la amnistía y la autodeterminación que defiende el Govern de Pere Aragonès «no son el camino» ni son factibles, sino que son impracticables y generarán frustración a quienes los defiendan, según su criterio.

En una entrevista, Illa ha negado que la mayoría de los catalanes apuesten por el camino de la amnistía y la autodeterminación, y ha asegurado que lo que quiere la mayoría es mejorar el autogobierno de Cataluña; avanzar en una «financiación justa», garantizar la prosperidad y promover políticas públicas de seguridad desde el respeto a los Mossos d’Esquadra.

Estos son los cuatro ámbitos que el PSC prioriza para erigirse como alternativa al Govern de Aragonès y para defender un camino que consideran que tiene horizontes realistas y en el que cabe toda la sociedad catalana: «Ellos van con dos cosas; yo voy con cuatro».

Preguntado por la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat y sobre la posibilidad de que culmine con un referéndum, ha insistido en que los socialistas descartan «votar una ruptura», pero apoyan un referéndum sobre un eventual acuerdo.

Sobre si cree que el Govern de Aragonès podrá terminar la legislatura, ha recordado que ésta empezó hace seis meses y ha defendido que Cataluña necesita estabilidad: «Me gustaría que hubiese un Govern que durara cuatro años. Y que nosotros podamos en estos cuatro años dibujar un camino alternativo».

Ha insistido en que el mejor servicio que puede prestar el PSC es «ofrecer una alternativa» en Cataluña, y ha avanzado que el ‘Govern alternativo’ en el que ha organizado a su grupo parlamentario actualizará su plan de trabajo para dibujar con más intensidad esta propuesta.

LA «FICCIÓN» DEL 52%

Illa ha sostenido que afirmar que existe en el Parlament una mayoría independentista del 52% es una «ficción y un engaño», porque el Govern de ERC y Junts suma el 41,37% y con la CUP no alcanzan el 50%, de modo que quien defiende esta cifra añade a partidos que se quedaron fuera de la Cámara, como el PDeCAT.

De todas formas, «un gobierno debe gobernar para el 100% de los catalanes, y no para el 52%; autoetiquetarse como el Govern del 52% ya es, de saque, un error grave», según Illa, que ha asegurado que nunca ha existido una mayoría independentista del 52% y ha ironizado con que sumar y restar está al alcance de todos.

«El 52% fue una ficción desde el principio pero, además, en el proceso de negociación de los Presupuestos catalanes se ha constatado que la mayoría de investidura se ha roto», ya que el Govern los ha aprobado con un acuerdo con los comuns, y no con la CUP.

DELEGADOS DEL GOVERN

Illa ha celebrado que Cataluña cuente con unos Presupuestos a partir de 1 de enero, pero ha dicho que han implicado «la ruptura de la mayoría de la investidura y la evidencia de la fragilidad del Govern».

Ha acusado al Ejecutivo de Aragonès de no haber aprovechado las cuentas para romper inercias: el PSC estima que hay entre 1.000 y 1.500 millones de euros que podrían haberse repriorizado, abriendo debates como la reordenación de entes autónomos y empresas públicas dependientes de la Generalitat.

El dirigente socialista ha planteado reflexionar también sobre la necesidad de que haya delegados de la Generalitat en las cuatro provincias catalanas y repensar su estructura territorial, «en un momento en que en un día se puede ir y venir de cualquier lugar de Cataluña».

Pero Illa ve a un Govern «muy prisionero de inercias y de acuerdos internos entre los dos miembros que lo forman, muy paralizado a la hora de mirar de forma objetiva que es un momento de transformarse y de cambiar», en una situación condicionada por la pandemia de Covid-19.

RESTRICCIONES POR LA PANDEMIA

Preguntado por la pandemia y la diversidad de restricciones en función de cada Comunidad Autónoma, Illa ha remarcado que en eso consiste la cogobernanza y un sistema descentralizado, y ha añadido que «cada uno debe hacer frente a las decisiones que toma».

El exministro de Sanidad, que se vacunó de la tercera dosis el pasado viernes, ha hecho un llamamiento a la prudencia y a vacunarse, y ha asegurado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, toma las decisiones desde una «aproximación muy científica» de la evolución de la pandemia.