Preocupación en Génova con la «gallardocarmenización» de Almeida

En Génova están preocupados con la deriva del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Pese a que en el Ayuntamiento están eufóricos por haber conseguido presupuestos para 2022, lo cierto es que en Génova la sensación que impera es la de preocupación por la «gallardocarmenización» de Almeida. En la sede popular se habla de que el regidor está «perdiendo fuelle» ante su electorado por haberse echado en brazos de los concejales «carmenistas» para mantener vigente Madrid Central o nombrar hija predilecta de Madrid a la escritora Almudena Grandes y aseguran que la solución que busca el alcalde para levantar su prestigio es «imitar a Gallardón» con un macroproyecto como el soterramiento de la M-30 en el norte de Madrid. Pero la razón por la que están intranquilos en el PP es porque Almeida es el elegido para frenar a Ayuso. Y no saben cómo llegará a la contienda.

Están preocupados porque era su caballo ganador. No es que el concejal Jorge García Castaño fuera a apostar por él, dada su pasión por el turf, pero sí que hay un latente malestar en Génova por la percepción que tienen de Almeida en su electorado. El PP tiene una obsesión: acabar con el imparable ascenso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pero lo cierto es que tienen la sensación en Génova de que su «campeón» no está en plenas condiciones. Por supuesto, Vox no ayuda; pero es innegable que el alcalde ha llegado a acuerdos puntuales con un grupo de concejales que siguen la línea política de Manuela Carmena. Y esto ha puesto en boca de todos que Almeida se ha «carmenizado» con el paso del tiempo con tal de permanecer en la alcaldía.

Almeida no quiere ser el candidato para hacerse con el PP de Madrid, tal y como confirman diversas fuentes del Partido Popular. Pese a que sea el «elegido» por Casado, lo cierto es que en el entorno más íntimo del alcalde se habla de «regalo envenenado» (justo el mismo que le hizo el presidente popular con la portavocía de la formación conservadora). Independientemente de lo que quiera el alcalde, una vez entrados en faena, mejor ganar que perder. Y el congreso por el PP de Madrid será este año y hay que salir bien parados, algo que quieren tanto Almeida como Casado. Pero en Génova hay serias dudas sobre si el alcalde llegará en forma para batirse con la presidenta autonómica. Por lo pronto, las cuentas que ha sacado adelante el regidor están en entredicho.

El miedo que tienen en el PP no es solo por la «carmenización» del alcalde y el cómo perciben en el propio partido, además de su propio electorado, el que Almeida saque adelante medidas propuestas por la herencia de Carmena. En Génova aseguran que el alcalde también está sufriendo un proceso de «gallardonización» por el cual pretende levantar su imagen mediante un macroproyecto que ponga patas arriba la capital que no es otro que el soterramiento (de nuevo) de la M-30. El regidor ha hecho todos los malabares posibles y ha llegado a la conclusión de que puede aprovechar las obras de Madrid Nuevo Norte para soterrar nueve kilómetros de la M-30 y poner encima parques y bosque urbano (algo que le daría el apoyo de los concejales carmenistas). Pero esta idea hace temblar a más de uno en el partido.

En el Ayuntamiento de Madrid aseguran que es una obra complicada

En el Ayuntamiento de Madrid aseguran que es una obra complicada y que de momento solo están coqueteando con la idea y tanteando qué posibilidades reales hay de llevarla a cabo sin que se venga abajo el plan o sin que haya grandes problemas o sobrecostes. Sin embargo, en Génova ven con cierta tensión esta planificación porque entienden que es un «grito desesperado» de un alcalde que sabe que su electorado le mira de reojo después de haberse echado varias veces en brazos de los concejales carmenistas. Para Génova, la «gallardocarmenización» no es la solución. Y menos si la idea es tener más popularidad que la propia presidenta de la Comunidad de Madrid.

El objetivo principal para el partido ahora es consolidar el liderazgo de Casado de cara a las elecciones generales y para ello hay que frenar las aspiraciones de la presidenta autonómica. Este es el sentir que hay en la cúpula del Partido Popular y la razón por la que están tan preocupados con la deriva del alcalde. En el Ayuntamiento no lo ven así. Se sienten eufóricos por haber sacado adelante unos presupuestos que contemplan la mayoría de las medidas que Almeida quería llevar a cabo. Pero lo cierto es que en Génova llevan tiempo mirando de reojo todo lo que hace el regidor porque tienen miedo de que la popularidad del alcalde caiga en picado meses antes de que se celebre el congreso del PP de Madrid.