La Policía Nacional ha detenido en Alicante y Elche a 11 personas, siete hombres y cuatro mujeres, por su presunta implicación en el crimen machista de una joven de 25 años a manos de su pareja, de 21, ocurrido en el barrio de Los Palmerales de la ciudad ilicitana el día de Navidad. En concreto, se les atribuye un delito de encubrimiento por dar cobertura y apoyo logístico al presunto autor del crimen y a algunos de ellos también se les investiga por tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas.
Los agentes han realizado dos registros domiciliarios en Elche y Santa Pola, en los que han encontrado, en primer lugar, la que pudiera ser el arma con la que presuntamente se cometió el crimen. En el otro de los registros, lugar donde presuntamente permaneció oculto el arrestado, se ha localizado además de su ropa, 27 gramos de cocaína, 44 de heroína y 2 de marihuana, según han informado fuentes policiales.
Según la investigación de los agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional en Elche, el presunto autor recibió la ayuda de varias personas para permanecer oculto y para acceder al domicilio de su expareja, donde se atrincheró y donde finalmente fue detenido con varias armas con las que disparó contra los agentes.
En concreto, los once arrestos se han producido en Alicante (siete) y en Elche (cuatro) durante este pasado fin de semana. Siete de los detenidos han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración en sede policial en Elche y cuatro pasarán a disposición judicial en Alicante.
El acusado de matar a su pareja fue detenido en la madrugada del jueves 30 de diciembre y se encuentra en prisión desde el pasado 1 de enero. El arresto se produjo cuando se presentó en casa de una novia anterior, con la que tenía una niña de 18 meses, en un momento en el que iba armado con una pistola 9 mm y un subfusil de guerra, AK-47, conocida como kaláshnivok.
El hombre, que estaba huido desde el crimen, se había atrincherado en una vivienda de la avenida Ausiàs March de Elche, donde residía una anterior novia con la que había tenido un bebé, pero que en el momento de los hechos no se encontraban allí ya que la Policía las había puesto bajo vigilancia policial por «riesgo extremo» desde 48 horas antes, en un lugar seguro.
En cambio sí que estaban en la casa la abuela de la niña junto con otras personas más, que resultaron ilesas en la actuación policial. La casa era uno de los puntos que mantenía la Policía bajo control, por si se presentaba el sospechoso del crimen de Yolanda, una joven de 25 años, natural de Paraguay, que murió de un tiro en la cabeza el día de Navidad.
La madre de su anterior pareja y abuela del bebé fue quien alertó a los agentes de la llegada del presunto autor del crimen, momento se activó el protocolo de situación «crítica», que acabó resolviéndose con la detención del presunto asesino, que recibió a la Policía a disparos, aunque no se registró ningún herido entre rehenes ni agentes.