El juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por tres piezas separadas de ‘Tándem’, la macrocausa donde se investigan los trabajos privados del comisario jubilado José Manuel Villarejo, se retoma este lunes con las declaraciones de los acusados y pendiente del escrito de recusación que presentó contra el juez Fermín Javier Echarri, que forma parte del tribunal que le enjuicia.
En concreto, Villarejo solicitó que se apartase a Echarri del actual procedimiento en un escrito en el que aludía a sus presuntas maniobras en la causa del magnate millonario libanés Abdum Rahman El Assir El Kassab años atrás, cuando estaba al frente del Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid.
Con todo, fuentes jurídicas han confirmado que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional todavía no ha tenido ocasión de examinar el escrito de 16 páginas que el abogado de Villarejo remitió el pasado miércoles solicitando la recusación. El tribunal, presidido por Ángela Murillo, está compuesto por el propio Echarri y por la magistrada Paloma González Pastor.
En ese mismo escrito, el comisario jubilado aseguraba que tiempo atrás mantuvo una reunión con el propio Echarri para tratar de mejorar la situación de Echarri, al que le une una amistad con el rey emérito Juan Carlos I. «El ahora recusado, a cambio de volver a la Audiencia Nacional, lo que ocurrió, se comprometió a mediar con Fiscalía y con la Abogacía del Estado y llegar a un acuerdo con El Assir a cambio de rebajar la cantidad de diez a tres millones de euros, lo que finalmente no sucedió», relataba en el mismo.
Citando jurisprudencia, su letrado concluía asegurando que es la «falta de objetividad» de Echarri por «lo que viene a solicitar estimar esta recusación, de modo que el enjuiciamiento de la causa se realice por otro magistrado que integre la Sala, para que así no existan dudas sobre su imparcialidad objetiva y subjetiva».
En este contexto, Villarejo sostiene que «por más que» Echarri «intente mantener y/o aparentar una objetividad decisoria, endurecerá su criterio con la manifiesta parcialidad, de quien teme ser relacionado con las actividades de quien ahora es juzgado bajo su jurisdicción».
A su juicio, «el ilustrísimo magistrado ahora recusado difícilmente puede justificar que olvidó, siendo juez de Instrucción en Madrid, que participó en una cuestión de la máxima sensibilidad, siendo avisado de que actuaba en nombre de la seguridad del Estado, realizando gestiones sugeridas por todos los que de una u otra manera intervinieron en el asunto que afectaba a El Assir, entre otros, nada menos que dos decanos de los juzgados de instrucción de Madrid».
SE ENFRENTA A 109 AÑOS DE CÁRCEL
El agente retirado se enfrenta a 109 años de cárcel por las labores de espionaje que habría dirigido contra despachos de abogados, empresarios y particulares valiéndose, supuestamente, de los recursos policiales a su alcance para materializar los encargos ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’.
Pero, además, Villarejo podría afrontar multas que superarían los 950.000 euros –a las que habría que sumar las indemnizaciones de las que respondería solidariamente junto a las otras personas que resultaran condenadas–, así como inhabilitaciones para ejercer cargo y empleo público y para el sufragio pasivo.
Villarejo se escuda en que su grupo empresarial, CENYT, estaba autorizado por el Estado porque servía de tapadera para su trabajo como agente de Inteligencia, algo que la Fiscalía Anticorrupción ha llegado a admitir, aunque recalcando que lo «intolerable» es que lo aprovechara para llenarse los bolsillos.
El interrogatorio a los acusados, que se inició el pasado mes de diciembre, supuso el despegue definitivo de un juicio que desde que comenzó, el pasado 13 de octubre, celebró varias sesiones dedicadas a las cuestiones previas, donde la mayoría de los procesados solicitaron la nulidad de las grabaciones que Villarejo hacía de sus conversaciones con otras personas, una de las principales pruebas de la causa.
Ya se sentó en el banquillo de los acusados en enero de 2020 por los delitos de injurias y denuncia falsa de los que le culpaba el ex director del CNI Félix Sanz Roldán, un caso en el que fue absuelto. Sin embargo, ‘Tándem’ –formada por más de una treintena de piezas y cuyo primer juicio es este por ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’– le augura un largo recorrido por los tribunales.