Ecologistas critican el ‘greenwashing’ de Madrid como respuesta a Filomena

Colectivos ecologistas han criticado el «greenwashing» del Ayuntamiento de Madrid como respuesta a la tormenta ‘Filomena’ de hace un año, además de su «falta de rigor ambiental». Por ello convocarán el próximo 5 de febrero una asamblea para constituir una nueva Mesa Social del Árbol de Madrid. Para inscribirse el correo de acceso es filomenaunanodespues@gmail.com.

Los colectivos impulsores son ARBA, Arriba Las Ramas, Asociación El Bancal, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ciudad Huerto, Ecologistas en Acción Madrid, Entorno Meaques Retamares, GRAMA, Jarama Vivo, Mesa del Árbol de Carabanchel, POSTORY y la Red de huertos de Madrid.

Un año después de ‘Filomena’, estos colectivos han cuantificado en un comunicado que el patrimonio arbóreo con el que contaba en conservación municipal era de 1.717.918 ejemplares y, en total, se calcula que más de 800.000 árboles fueron afectados, de los cuales 94.115 han caído o han tenido que ser talados, la mayoría coníferas.

El parque más afectado fue la Casa de Campo, con 72.330 árboles dañados. A eso se sumó «un gran número de árboles y arbustos que sin haberse caído, murieron por congelación y frío, como es el caso de muchas mimosas, palmeras, nísperos o adelfas».

Estos efectos, para las entidades ecologistas, «sirvieron de oportunidad para comprobar las consecuencias de los errores habituales que se cometen en la planificación y gestión de arbolado urbano».

Se refieren al «modelo de selección de especies, los planteamientos monoespecíficos y faltos de biodiversidad, los métodos y marcos de plantación (calles con tan sólo una o dos especies diferentes) y las podas agresivas que se dan por costumbre de manera reiterada».

«UNA GESTIÓN DEFICIENTE»

Las entidades verdes han cuestionado el Consejo Asesor del Arbolado constituido por el Ayuntamiento para abordar la crisis que trajo consigo Filomena, un «organismo opaco que, entre otras exclusiones, no contó con la participación de la Mesa del Árbol, creado por el propio Ayuntamiento para este tipo de situaciones».

Cibeles «continúa a día de hoy relegando a la Mesa del Árbol a una labor cada vez más anecdótica, acallando su voz y limitando su influencia en la gestión del arbolado municipal», han criticado.

También que «la contratación de empresas privadas para retirar ramas y árboles dañados, y las prisas por limpiar las calles dieron lugar a malas prácticas como el uso de maquinaria pesada en terrenos embarrados, compactando el suelo, o la poda a carreras mal efectuada».

«Toda esta celeridad de los primeros meses contrasta con la lentitud en la retirada o triturado del material vegetal apilado en determinadas zonas, como en la Dehesa de la Villa, que sufrió un incendio el pasado mes de julio y que sin duda se vio agravado por los restos de poda y troncos apilados a consecuencia de la actuación posterior a Filomena», han añadido.

ARBOLADO «MALTRATADO»

Además afirman que «a día de hoy el arbolado urbano continúa siendo constantemente maltratado por una gestión municipal que aboga por utilizar a empresas privadas subcontratadas en vez de apostar por una jardinería pública, con formación y de calidad».

Por este motivo, un año después de la borrasca Filomena, los colectivos ecologistas y sociales que firman la carta denuncian públicamente «la falta de información exhaustiva de los daños y de los planes de recuperación y el ‘greenwashing’ impulsado por el Ayuntamiento a través del proyecto Re-Planta Madrid».

La iniciativa impulsada por Madrid Futuro «se trata de una sociedad civil ficticia, que incorpora empresas privadas sin un compromiso real por el medio ambiente, para respaldar sus propios proyectos». Esto ha dado lugar a «plantaciones fuera de la época óptima de plantación, con plantones inadecuados o carentes de mantenimiento».

«FALTA DE CONSIDERACIÓN POR EL TRABAJO VECINAL»

Para los colectivos ecologistas, «falta inclusión social y consideración por el trabajo vecinal» porque «lejos de tener en cuenta y promover la participación vecinal, el Ayuntamiento ataca iniciativas ciudadana, como ha sucedido con el cierre de numerosos huertos urbanos o el desmantelamiento del Bosque de Barajas».

Asimismo ven que «falta sensibilización ambiental en la gestión municipal que evite la demonización de los árboles». Ante esto, el Ayuntamiento de Madrid debe emprender campañas de sensibilización e información para destacar los beneficios del arbolado urbano y «evitar el miedo poco fundamentado por parte de cierto sector de la ciudadanía a la caída de árboles».