La consellera catalana de Cultura, Natàlia Garriga, ha presentado este miércoles el Pacte Nacional per la Llengua para promover el catalán desde el consenso político y social, una iniciativa que cuenta con el apoyo de ERC, Junts, comuns y CUP, y que finalmente, también contará con del PSC, con quienes ya se ha mantenido una primera reunión para trasladarles la metodología del pacto.
En rueda de prensa este miércoles junto al secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, ha explicado que el pacto, que cuenta con un presupuesto de 345.000 euros, tiene el objetivo de hacer un diagnóstico común sobre el estado de la lengua, y que para su elaboración «todo el mundo tiene la puerta abierta».
Ha asegurado que tendrá la mano tendida a todos aquellos partidos y entidades que quieran colaborar siempre que reconozcan «la unidad de la lengua catalana, que ahora mismo la situación es compleja y delicada y la necesidad de actuar para revertir la situación», y defiende que hasta ahora ve muchas ganas de trabajar por parte de todos los agentes implicados.
Para la consellera, el pacto pretende diseñar una política lingüística «más transversal, participativa y consensuada» para incrementar el uso del catalán en todos los ámbitos y redirigir así una situación lingüística que, según ella, es complicada pero reversible.
Ha considerado que el actual es un momento crucial para impulsar nuevas políticas en este sentido y ha pedido «despolitizar el debate sobre la lengua», que ha erigido como herramienta de progreso y cohesión social.
PRIMERA REUNIÓN EN FEBRERO
Por su parte, Vila ha destacado que la iniciativa permitirá «evaluar el estado» del catalán e impulsar propuestas para incrementar su uso y conocimiento colectivo, y que en febrero se celebrará una primera reunión con todos los agentes implicados, unos sesenta, y que encabezará el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
En este primer encuentro, que aún no tiene fecha concreta, se presentará un informe realizado por siete académicos del Instiut d’Estudis Catalans (IEC) sobre la situación de la lengua que servirá para proponer «diferentes vías para superar los retos» a los que se enfrenta.
Tras el encuentro en febrero, empezará el proceso participativo del pacto, que seguirá con la elaboración de un acuerdo que acabará en otoño de 2022 con la presentación y firma del mismo, prevista para diciembre de 2022.
«RELAJAMIENTO» DE LAS POLÍTICAS LINGÜÍSTICAS
Ha atribuido al «relajamiento y al desacierto» de las políticas lingüísticas públicas y privadas de las últimas décadas que el catalán sea, según él, residual en muchos ámbitos, como el de la justicia.
Según sus datos, tan solo el 23% de los jóvenes residentes en Barcelona afirma hablar correctamente catalán, unas cifras «preocupantes pero reversibles» si hay consenso y el diálogo entre el sector y el ámbito político y social.