García Egea aprovechó el viaje de Casado a Uruguay para fundar en un hotel el «teísmo»

Pablo Casado, presidente del Partido Popular, estaba entonces en Uruguay exigiendo que pudieran incorporarse a la OTAN países de Latinoamérica mientras su secretario general, Teodoro García Egea, montaba a sus espaldas una cumbre en el hotel Santo Mauro. El objeto de este retiro espiritual al que acudieron 25 populares no era otro que el de buscar la forma de mejorar las expectativas electorales del partido. Sin embargo, fuentes del PP dejan claro que esta reunión de 12 horas en un hotel supuso el nacimiento del «teísmo», es decir, de una nueva corriente en el PP relativamente ajena a Casado (según detallan las fuentes) compuesta por seguidores de Teodoro García Egea, el número dos del partido. Hay quien en el PP considera que este retiro espiritual ha supuesto un enfrentamiento entre Teodoro y Casado dado que el secretario general la organizaría a espaldas del presidente.

El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, ha expuesto sin saberlo a sus 25 elegidos. La reunión del pasado 9 de diciembre en el hotel Santo Mauro, esa que mantuvo a un puñado de populares en un retiro espiritual para explorar las diferentes fórmulas para aupar el partido en las encuestas, ya es considerada como la cumbre en la que ha nacido el teísmo dentro del PP. El problema es que todos los que acudieron a este encuentro están señalados dado que Casado, según las fuentes, no conocería este encuentro que se montó mientras el presidente del PP estaba de gira en Latinoamérica. Ese 9 de diciembre estaba en Uruguay y personas de peso en el partido como Pablo Montesinos y otros de no tanta relevancia como Diego Calvo estaban en un encuentro organizado con mucha discreción por el secretario general del PP.

o que se habló en ese retiro espiritual no era cómo derrocar a Casado, sino cómo salvarle

Este nuevo choque se produjo enmarcado en la guerra interna del PP que enfrenta a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, con el propio Casado, lo que ha agravado la situación interna del partido. Es cierto que, tal y como detallan fuentes del partido, lo que se habló en ese retiro espiritual no era cómo derrocar a Casado, sino cómo salvarle y auparle en unas encuestas que no terminan de marcar una tendencia al alza evidente. El objetivo de esa cumbre era cómo salvar a Casado y como hacerle presidente del Gobierno, razón por la que no ha ido a mayores este choque entre el secretario general y el presidente. Sin embargo, no ha sentado bien que se aprovechen momentos como un viaje a Uruguay para montar reuniones de las que debería tener constancia el presidente del partido, tal y como indican fuentes cercanas a Pablo.

Los 25 asistentes no eran los primeros espadas del PP. Faltaron muchos reconocidos rostros del partido. Lo que llama la atención en Génova es el perfil tan dispar de quienes fueron «los elegidos de Teodoro» para componer ese «retiro espiritual» que tanto ha llamado la atención en el partido. Que estuviera Montesinos no era ninguna sorpresa, así como que hubiera personas como Ana Beltrán. Pero que hubiera rostros muy poco conocidos solo porque son «teístas» ha dejado claro que hay una corriente dentro del «casadismo» que incomoda en cierto modo a Casado. Algunos de los asistentes que estuvieron en el retiro fueron Cuca Gamarra, Juan Costa, Alberto Casero, Ana Beltrán, Antonio González Terol, Elvira Rodríguez, Pablo Montesinos, la exministra Dolors Montserrat, Edurne Uriarte, Diego José Gago y, cómo no, el propio Teodoro. Así hasta 25.

Montserrat Puigdemont

En esas fechas, Casado estaba en Uruguay. El encuentro se montaría a espaldas del presidente, tal y como indican las fuentes, y sería la razón por la que Casado, al enterarse, arrancara junto a Teodoro una caza de brujas dada la naturaleza secreta de dicho encuentro en el hotel madrileño Santo Mauro, en la calle de Zurbano. De este encuentro se tomarían decisiones de toda naturaleza. Desde cómo enterrar la guerra civil que afecta el partido, esa que enfrenta a Sol con Génova, a temas del «Gobierno en la sombra» y estrategia de oposición de cara a este año. Nada que afectara negativamente a Casado más lejos de que se montara a espaldas del presidente de la formación conservadora.

Hubo muchos que no asistieron. Y los que no fueron a la llamada de Teodoro están a salvo de la nueva caza de brujas del PP. Que Teodoro contara solo con 25 elegidos deja claro por dónde van los tiros de la confianza de Génova. Hubo representantes de algunas comunidades autónomas. En calidad de representante del PP de Galicia no fue Feijoo, sino Diego Calvo. Pero sobre Andalucía, por ejemplo, se mantuvo un perfil más discreto. Esto iba de ser fieles a Teodoro, no tanto de buscar un representante de cada esquina del PP.

La tensión en el partido sigue en niveles elevados porque lo que se busca en el PP ahora es unidad. Quieren que no haya voces discordantes y sobretodo que todos acaten la autoridad de Génova, clave para que el partido se presente unido a los españoles. De momento, parece que se están reduciendo los conflictos a niveles bajos y que con Ayuso, por ejemplo, no habrá más choques a lo largo del año. Pero este retiro ha supuesto una doble llamada de atención: la primera de Casado a Teodoro por montar a sus espaldas un retiro espiritual sin avisar; y la segunda para llamar al orden en el PP y exigir a todos que no haya filtraciones. Y menos cuando se tratan de ejercicios espirituales y de brainstorming para salvar a un partido que no acaba de despegar en las encuestas como querrían desde Génova.