La OMM sitúa a 2021 como uno de los siete más cálidos desde que hay registros

El año 2021 ha sido uno de los siete más cálidos desde que hay registros a pesar de que los episodios del fenómeno meteorológico ‘La Niña’ acaecidos entre 2020 y 2022, que contribuyeron a reducir de forma transitoria la temperatura media mundial, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Pese a la niña, en 2021 la temperatura global superó en 1,11 grados centígrados (ºC) los valores de la época preindustrial (1850-1900) y se convirtió en el séptimo año consecutivo en el que la temperatura media mundial había superado en más de 1ºC dichos niveles en los seis conjuntos de datos internacionales que analiza la organización.

En concreto, indica que los siete años más cálidos se han dado todos desde 2015, y los tres primeros lugares de la clasificación corresponden a 2016, 2019 y 2020. En 2016 tuvo lugar un episodio de ‘El Niño’ «excepcionalmente intenso» y que contribuyó a un calentamiento medio mundial sin precedentes.

Entre las principales conclusiones, la OMM concluye que desde los años 80 cada nuevo decenio ha sido más cálido que el anterior y espera que esta tendencia siga en adelante.

El secretario General de la OMM, Petteri Taalas, ha indicado que los episodios de La Niña posteriores hicieron que en comparación con los últimos años el calentamiento experimentado en 2021 fuera «relativamente menos pronunciado», pero aún así el año terminó más cálido que en los años anteriores en los que se había producido ‘La Niña’.

Pero Taalas añade que el calentamiento global a largo plazo, fruto del incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero es «ahora mucho mayor» que la variabilidad interanual de las temperaturas medias mundiales causada por los condicionantes climáticos de origen natural.

En definitiva, el secretario general de la OMM estima que el año 2021 será recordado por la temperatura récord de casi 50ºC en Canadá, que puede compararse con los valores que se observan en el Sáhara de Argelia, así como por la excepcionalidad de las precipitaciones y por las inundaciones mortales que azotaron Asia y Europa, así como por la sequía que castigó partes de África y América del Sur.

«Los impactos del cambio climático y los peligros debidos al clima tuvieron efectos devastadores que alteraron la vida de las comunidades en todos los continentes», lamenta Taalas.

No obstante, la OMM recuerda que la temperatura es uno más de los indicadores de cambio climático al que hay que añadir las concentraciones de gases de efecto invernadero, el contenido calorífico de los océanos, el pH oceánico, el nivel medio del mar a escala mundial, la masa de los glaciares y la extensión del hielo marino.

Entre los conjuntos de datos que tiene en cuenta la OMM, hay unas diferencias mínimas. Por ejemplo, el servicio de cambio climático europeo Copernicus concluyó que 2021 fue el quinto año más cálido desde que hay registros, aunque con valores que superaron ligeramente los de 2015 y 2018, mientras que para los americanos NOAA y Berkeley Earth, el recién terminado ejercicio fue el sexto más cálido en términos nominales.

Por su parte, el conjunto de datos de GISTEMP de la NASA y el HadCRUT, que exponen que 2021 fue, junto con 2018, el sexto año más cálido jamás registrado.

Por último, los datos del reanálisis del JMA sitúan 2021 como el séptimo año más cálido en términos nominales.

Las mínimas diferencias entre esos conjuntos de datos indican el margen de error contemplado para calcular la temperatura media mundial.

Los valores de temperatura se incorporarán a la versión final del informe de la OMM sobre el estado del clima en 2021, que verá la luz en abril de 2022.

A tenor de los resultados, la OMM recuerda que el objetivo del Acuerdo de París contra el cambio climático es mantener el aumento de la temperatura media global muy por debajo de 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y hacer esfuerzos para lograr limitar ese incremento hasta 1,5ºC.

Pero los datos actuales sitúan este incremento de temperatura en 1,11ºC por encima de la era preindustrial, por lo que la OMM advierte de que, varias décadas antes, el planeta se está «acercando al límite inferior» del objetivo para final de siglo.