Sumarse al autoconsumo en 2022, pero sin olvidarse de proteger la red

El autoconsumo eléctrico se define como la producción propia de la energía que necesita una residencia familiar, una comunidad, un local comercial o una empresa. Se trata de una opción de autoabastecimiento que fomenta el desarrollo sostenible y un importante ahorro económico en las facturas de la luz.

Debido a las condiciones meteorológicas de España, con muchas horas de luz en la mayor parte del territorio, una de las más populares es la energía fotovoltaica.

El autoconsumo eléctrico y la energía fotovoltaica

El autoconsumo eléctrico y la energía fotovoltaica van de la mano, ya que la energía solar es una de las principales sustitutas de los combustibles fósiles. Se obtiene mediante la captación de la radiación solar por paneles solares que se vinculan a un regulador y una batería.

Estos dispositivos se acoplan, a su vez, a la red de distribución de la edificación para proporcionarle la energía que necesita para funcionar.

Todos deben seguir la normativa ITC-BT-40, en la cual se describe todos los aspectos técnicos de dichas instalaciones. Uno de ellos es la necesidad de proteger la instalación y los dispositivos conectados a ella de las sobretensiones y sobreintensidades. 

Instalaciones de autoconsumo eléctrico

Existen dos tipos de autoconsumo eléctrico. El primero de ellos es el que se conecta a la red tradicional y solo sustituye parte del consumo energético de la residencia o local. 

El segundo no se conecta a la red y proporciona la totalidad del consumo energético que se necesita. Este último está cobrando mayor auge gracias al abaratamiento de los paneles solares, el incremento de su eficiencia y su tiempo de vida útil.

Estos dispositivos tienen que estar debidamente protegidos según la citada normativa, para ello, se necesitan elementos de protección. La empresa española Toscano cuenta con la línea de cuadros ECO-DC que protegen efectivamente contra sobretensiones transitorias en los sistemas fotovoltaicos y sobreintensidades

Al resguardar las instalaciones fotovoltaicas, estas aumentan su longevidad, al igual que la de los dispositivos conectados a dicha red.

Ayudas públicas para las instalaciones solares

La creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente y la popularización dela energía fotovoltaica, ha fomentado el lanzamiento de ayudas públicas y bonificaciones para su instalación. 

Bonificaciones fiscales del IBI 

Existen bonificaciones de hasta un 50 % del valor del impuesto sobre bienes inmuebles para los que hayan instalado sistemas de aprovechamiento térmico o eléctrico de energía solar.

Esta rebaja del impuesto está regulada por cada ayuntamiento y pueden decidir si aplicar o modificar las condiciones y limitaciones de esta bonificación. De forma frecuente, esta bonificación se limita a inmuebles residenciales. 

Ayudas propias de cada comunidad autónoma. 

Cada autonomía cuenta con un plan de ayudas para la transición del sistema eléctrico. En la mayoría de comunidades, las ayudan rondan un 50 % de la bonificación en el precio de la instalación y todos los dispositivos, incluidos elementos de control y protección eléctrica. 

Toscano y sus elementos de protección

ECO-DC es la propuesta de Toscano para la protección de sistemas fotovoltaicos en hogares o locales comerciales. Proteger la instalación contra sobretensiones y sobreintensidades es clave si se quiere asegurar su longevidad y aprovechar el máximo rendimiento con seguridad. 

Se pueden descubrir todas las características de estos dispositivos del fabricante nacional, fabricado según las certificaciones necesarias y con protección de inclemencias meteorológicas como impacto de rayos.