El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha anunciado que se querellará contra el líder del PP, Pablo Casado, por un presunto delito de calumnias al decir sobre él: «Un señor que ha sido condenado a 9 años de cárcel, que ha destrozado un coche de la Guardia Civil y se ha subido con un megáfono a instigar a la violencia contra las administraciones del Estado a mí no me va a dar lecciones de legalidad ni de democracia».
Lo ha explicado en declaraciones a los periodistas a las puertas Juzgado de Primera Instancia 4 de Madrid, donde este martes por la mañana estaba fijado el acto de conciliación necesario antes de presentar la querella, y en el que no ha habido acuerdo.
Según Sánchez, ni Casado ni su representación legal han acudido a la cita y él «no ha aceptado retirar las mentiras que en su momento dijo» sobre su participación en la protesta durante el registro policial a la Conselleria de Economía antes del 1-O.
Ha dicho que presentará la querella «por haber mentido –conscientemente de que estaba mintiendo–, y alimentado una vez más lo que es una actitud del PP, de la derecha, de la derecha extrema y la extrema derecha» al mentir sobre Cataluña, y Sànchez ha recordado que ya presentó otra querella contra Casado por decir que en las escuelas no se permite a los niños ir al baño si no lo piden e catalán.
Ha llamado a no aceptar más mentiras y a exigir que la justicia actúe «cuando un político con responsabilidades como Casado vierte mentiras para tensionar una sociedad para gestionar una polémica alrededor de una situación lingüística como la que se vive en Cataluña».
Sànchez ha defendido que la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que le condenó por el 1-O –ahora ya indultado de esa pena– avala su denuncia por calumnias, y en este sentido cree que Casado «sabe que mintió».
Ha adelantado que los argumentos de la querella incluirán parte de la sentencia del 1-O: «Las anotaciones que la propia sentencia del TS expresan que ni los vehículos de la Guardia Civil fueron destrozados por mi persona y que en ningún momento ni mi actuación ni la de Jordi Cuixart fue violenta».