El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha informado favorablemente la solicitud para instalar una planta solar fotovoltaica dentro del emplazamiento de la central nuclear de Cofrentes (Valencia), entre otros asuntos abordados en su reunión semanal.
La planta, de 2 megawatios de potencia se instalará dentro del emplazamiento para suministrar electricidad a un edificio de uso administrativo de la planta.
Ahora, el regulador enviará su informe preceptivo sobre la afectación de la central por la nueva instalación a la Generalitat Valenciana, dado que es la autoridad competente respecto a las autorizaciones administrativas previa y de construcción de la mencionada infraestructura.
En el informe se concluye que las actuaciones asociadas a este proyecto no producirán impactos negativos en las estructuras, sistemas y componentes de la central desde el punto de vista de la seguridad nuclear y la protección radiológica.
Por otro lado, el pleno ha informado en favor de la solicitud presentada por el titular de la central nuclear Trillo (Guadalajara) sobre un cambio en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) relativas a las áreas y sistemas de protección contra incendios de la central.
La solicitud viene motivada por la necesidad de incorporar en la documentación de la central los cambios derivados de una modificación de diseño previa, por la que se ha reorganizado la subdivisión de áreas de fuego en el edificio auxiliar.
Asimismo, el pleno ha acordado notificar la puesta en marcha de la modificación para la instalación radiactiva del Hospital Provincial de Vigo en la que se ha sustituido el acelerador lineal existente por un nuevo acelerador. Así, se ha dado de baja el equipo de terapia superficial así como las fuentes radiactivas correspondientes a otras aplicaciones como, por ejemplo, braquiterapia.
Otro asunto abordado por los consejeros del CSN ha sido la propuesta sobre las instalaciones nucleares españolas que se incluirán en el alcance de la segunda revisión temática entre pares (denominada TPR por las siglas correspondientes a Topical Peer Review), proceso de análisis auspiciado por la Comisión Europa y en el que participan la Asociación de Reguladores de Europa Occidental (WENRA) y el Grupo Europeo de Reguladores Nucleares (ENSREG), cuyo informe ha recibido el pleno.
De acuerdo con la Directiva 2014/87/Euratom que revisa el marco europeo sobre seguridad nuclear, los Estados miembros deben, cada 6 años, llevar a cabo un ejercicio de revisión entre pares sobre un tema de interés general, con el fin de extraer lecciones aprendidas para la mejora de la seguridad global de las instalaciones.
El primer ejercicio se centró en la gestión del envejecimiento de las centrales nucleares y el segundo, que se desarrollará entre 2023 y 2024, se centrará en la protección contra incendios en instalaciones nucleares.