Las instituciones vascas han acordado este viernes prorrogar hasta el 13 de febrero las medidas preventivas vigentes contra la covid-19 –entre las que se encuentra el cierre de las actividades sociales, comerciales y culturales a la una de la madrugada– por un ejercicio de «prudencia» ante el «estancamiento» del retroceso de la pandemia y el riesgo de un «cambio de tendencia» en la evolución positiva que vienen mostrando los principales indicadores sanitarios desde hace semanas, según ha explicado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
La decisión de prorrogar las actuales medidas preventivas –que con la excepción de la exigencia del ‘pasaporte covid’ decaían este viernes– ha sido adoptada en el seno del Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), el órgano que se encarga de adoptar las decisiones para combatir la pandemia en el País Vasco.
Tras la reunión de este foro, que está presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, la consejera de Salud del Gobierno Vasco ha comparecido ante los medios de comunicación para informar sobre las medidas adoptadas y las razones que han llevado a mantener las restricciones vigentes durante al menos otras dos semanas.
Las decisiones adoptadas por las instituciones representadas en el Consejo Asesor del LABI se basan, como en anteriores ocasiones, en las recomendaciones científico-sanitarias realizadas por la Comisión Técnica de este órgano.
‘CERTIFICADO COVID’
En el encuentro de este viernes, además de prorrogar las medidas que decaían este 28 de enero, se ha ratificado la decisión del Gobierno Vasco de solicitar el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) para ampliar los espacios en los que se exige el ‘certificado covid’.
Las medidas prorrogadas hasta el 13 de febrero incluyen el horario de cierre máximo para todas las actividades comerciales, sociales y culturales a la una de la madrugada. Además, con carácter general, se fija una limitación de aforos del 60% en todo tipo de establecimientos y recintos interiores.
El máximo de personas para cualquier tipo de evento social, cultural o deportivo es de 600 en interiores y 800 personas en exteriores. A su vez, en recintos con capacidad entre 1.600 y 5.000 personas, el aforo máximo en interiores es de 800 personas y de 1.200 en exteriores. En recintos con capacidad superior a 5.000 personas, el aforo máximo es del 50%, sin perjuicio de que sea de aplicación otro límite determinado en el ámbito estatal.
En establecimientos de hostelería y restauración, así como en las discotecas y resto de establecimientos de ocio nocturno, se prohíbe el consumo de pie. También se limitan las agrupaciones de clientes por mesa o grupo de mesas, tanto en interiores como en terrazas, a un máximo de diez personas. La distancia entre mesas o grupo de mesas será de metro y medio. Estas mismas medidas son de aplicación a locales o lonjas juveniles, ‘txokos’ y sociedades gastronómicas.
La práctica deportiva en interiores deberá estructurarse en grupos de hasta diez personas, y los vestuarios solo se podrán ocupar al 50% de su capacidad.
El decreto que prorroga estas medidas se publicará esta misma tarde, y tendrá efectos desde el mismo momento de su difusión en el Boletín Oficial del País Vasco, hasta el próximo 13 de febrero.
En su intervención, la consejera ha explicado cuáles son los motivos que han llevado al Consejo Asesor del LABI mantener estas medidas y a respaldar la petición planteada al TSJPV para extender a otros ámbitos la exigencia del ‘certificado covid’.
«TRANSMISIÓN EXTREMA»
Sagardui ha asegurado que el requisito de mostrar este certificado para el acceso a establecimientos de hostelería y otros espacios se está empleando en muchos países como medida para «potenciar la vacunación» y para reducir el riesgo de contagio del virus, que según ha recordado se mantiene en niveles de «transmisión extrema» en Euskadi.
Además, ha advertido de que el descenso en el número de contagios diarios se ha empezado a «estancar» en las últimas jornadas, y que los niveles de personas con covid hospitalizadas siguen siendo «altos», lo que tiene una repercusión «importante» en el resto de la actividad asistencial de Osakidetza.
La consejera ha subrayado que más del 70% de los pacientes con covid hospitalizados son personas no vacunadas. Por ese motivo, ha subrayado la conveniencia de mantener y extender la exigencia del ‘certificado covid’ en determinados lugares y actividades, puesto que desde la implantación de esta medida, la vacunación en los sectores de población más reacios a administrarse este fármaco ha crecido hasta en tres puntos porcentuales.
Por todo ello, ha defendido que se mantenga este requisito para acceder a locales de hostelería, establecimientos de baile, polideportivos, visitas a hospitales y prisiones, así como que se amplíe a hoteles, establecimientos turísticos y locales de juego.
«INCERTIDUMBRE»
Sagardui ha alertado sobre la importancia de mantener la «prudencia» ante unos indicadores epidemiológicos que en las últimas jornadas dibujan un panorama de «incertidumbres».
En este sentido, ha avisado de que determinados datos «hacen pensar que la tendencia descendente de las últimas semanas podría estar llegando o bien a un estancamiento o meseta; o, incluso, a un cambio de tendencia». No obstante, ha afirmado que «todavía es pronto» para poder determinar en qué dirección puede avanzar la pandemia en las próximas jornadas.
Sagardui se ha mostrado confiada en que la sociedad vasca, de la que ha subrayado que «ha demostrado que es adulta y entiende la situación en la que nos encontramos», sabrá entender la necesidad de mantener las actuales medidas preventivas en un contexto en el que sigue habiendo más de 5.000 contagios diarios y casi cien personas ingresadas en las Unidades de Cuidados Intensivos.