El conflicto entre Ucrania y Rusia y la tensión generada entre este país y la OTAN ha llenado de inquietud a la comunidad ucraniana que reside en España. Ante las noticias que llegan desde Ucrania, consideran que la situación en estos momentos es de tal tensión que «se puede esperar de todo».
En declaraciones a Europa Press Televisión, Tamara, una ciudadana ucraniana que llegó a España en 1998, ha asegurado que sus familiares y amigos que continúan en Ucrania están «bastante preocupados» con lo sucedido en los últimos días.
«Aunque están preocupados, llevamos arrastrando esta situación desde 2014, la gente parece que también se ha acostumbrado», ha añadido Tamara.
Además, cree que los ucranianos que tengan la posibilidad de marcharse del país lo harán pronto. «La gente que pueda irse de Ucrania se va a marchar, no porque no quiera estar allí, sino porque no hay nada estable desde 2014», ha añadido.
En cuanto a la posición prorrusa o proeuropea de la población ucraniana, Tamara considera que «está dividida».»La gente que vive más cerca de Donetsk piensa que Rusia les va a salvar, y la otra parte cree que Ucrania siempre ha estado sometida por Rusia», ha indicado.
MIEDO, ESPERANZA E INCERTIDUMBRE
Esta misma preocupación la vive Nadiya Kmit, de 58 años y los últimos 23 en España, «estamos viviendo esto con mucho miedo y mucha incertidumbre».
Nadiya habla muy a menudo con sus dos hermanas que viven allí, y también con su sobrino que es militar, «me dice que tienen la esperanza de que Putin se asuste porque se está enfrentando a la III Guerra Mundial, pero no sabemos hasta qué punto de locura puede llegar esta persona».
A pesar del miedo Nadiya, que en su país era profesora de Dibujo Artístico y Técnico pero que en España convirtió en profesión su hobby como costurera, ha asegurado que de momento los ucranianos que viven allí «no quieren abandonar su tierra porque tienen su trabajo, sus casas, toda su vida organizada», aunque ha reconocido que cuando habla con ellos no lo descartan «yo tampoco pensé que iba a venir a España y me iba a quedar aquí, jamás, pero la vida da muchas vueltas».
Nadiya se siente muy agradecida a España porque, según ha indicado, desde el principio se sintió como en casa «la gente aquí es muy sociable, muy amable y muy cercana, mientras que en los países nórdicos y los ucranianos, somos mucho más reservados». Esta característica española le «chocó mucho» al principio, pero es algo que agradece enormemente «aquí la gente que casi no te conoce, te da mucho cariño».
A pesar de sentirse feliz en España, adonde llegó con tres hijos pequeños, la nostalgia le invade muy a menudo y sus cuadros reflejan ese estado anímico, como los paisajes verdes que le recuerdan a su tierra, también la situación de crisis bélica que se vive en su país desde 2014 como muestra otro de una bella joven ucraniana que toca el violín en un bosque ardiendo, «nuestra tierra es muy rica en bailes, canto, somos alegres, trabajadores y un pueblo muy tranquilo que no quiere meterse en problemas».